La pandilla de Tristán de Marie-Aude Muraill. Ediciones SM, col. Barco de Vapor Azul, 2012. Rústica, 104 pp., 7.50 €.
Por José R. Cortés Criado.
Tristán es un buen niño que quiere entrar en alguna de las pandillas que existen en su clase y desde su óptica infantil nos cuenta cómo funcionan cada una de ellas y nos describe con cierto gracejo cómo son sus líderes y qué requisitos hay que reunir para ingresar en ellas.
Este es su principal problema pero no el único, porque están por medio los amigos, las novias, la fiesta de fin de trimestre, su papel en la obra de teatro, el cine, los pistoleros…, en fin, toda esa serie de actividades cotidianas en un colegio, además de las relaciones familiares en casa y la convivencia con los vecinos.
Tristán quiere ser miembro de una pandilla importante y para ello debe superar unas durísimas pruebas, la primera logra pasarla a costa de una bajada de la nota en conducta, pero la segunda… no hubo maneras, llegó a vivir una situación de angustia que le hizo reflexionar conjuntamente con su hermana y su amigo Andrés; después decidió tomar la mejor salida a su problema: fundar una nueva pandilla en la que tendrán cabida las niñas y los niños pequeños y, además, todos mandarán un poco.
Desde la creación de esta pandilla Tristán se siente mejor y todos los integrantes de la misma se sienten felices después de haber cambiado las reglas de juego en el colegio.
El relato es ameno de leer y refleja muy bien unos valores positivos de sus protagonistas. La autora, ha vendido en su país, Francia, más de un millón de ejemplares de sus numerosas obras.
El libro tiene ilustraciones coloreadas de Gabriel Gay, que sabe reflejar muy bien las intenciones y los temores de los personajes, todos ellos dotados de bastante gracia y expresividad.
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