El koala que pudo
Texto: Rachel Bright
Ilustración: Jim Field
Traducción: Elena Gallo Krahe
40 páginas, (+ 3 años)
14,50€, 2018.
Por José R. Cortés Criado.
Un pequeño koala llamado Kevin vivía en lo profundo de
Australia donde las bestias eran libres y salvajes; él era muy feliz en lo alto de un eucalipto comiéndose sus hojas, era un maestro en estarse quieto.
Abajo había ruido, actividad, carreras, caos, velocidad y
Kevin se mareaba de pensarlo, mejor aún, le daba canguelo.
Sus amigos lo buscaban para jugar, pero el pequeño y tierno
koala prefería seguir en las alturas, lejos de tejones, canguros, dingos y
demás animales. Les agradecía sus intenciones pero no bajaba, a pesar de que le
daba envidia verlos felices y contentos mientras jugaban.
Su vida era muy tranquila, en su árbol, lejos del suelo
hasta que una noche un ruido infernal le taladró la cabeza y el árbol empezó a
tambalearse; sus amigos le decían que se tirase que ellos le recogerían pero él
se resistía y se negaba.
No le quedó más remedio que aterrizar en el suelo donde fue
recibido con alegría por sus amigos y desde entonces se ha transformado en
Kevin el audaz.
Ingeniosa historia para vencer los miedos, sobre todo a lo
desconocido. Una buena lección que el koala aprendió y sirve de moraleja para
los pequeños lectores.
A la gracia de relato que se reflejan bien en las
tribulaciones del protagonista hay que sumar las bellas ilustraciones llenas de
magia y color.
Los dibujos del koala en su eucalipto son fantásticas, la
expresión de sorpresa y temor que muestra desde la portada es genial; las carreras
de animales por el rojizo terreno son mágicas; las cuatro escenas verticales del
avance del tiempo son estupendas y la presencia del pájaro carpintero, única.
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