El Club Muffin: La pandilla más dulce del mundo.
Texto: Katja Alves
Texto: Katja Alves
Ilustración: Elli Bruder
Traducción: Eva Nieto Silva
Editorial Bruño
Colección El Club Muffin
ISBN 978-84-696-0778-7
153 x 205 mm, 104 páginas
(+ 8 años) 2017.
Por José R. Cortés Criado.
Este club tiene algo de especial, y es que estas
niñas no eran amigas pero una actividad las unió más de lo que ellas podían
sospechar.
Las cuatro miembros del club son: Lin, Tam-tam, Miranda y Lulú.
Lin es la que tiene las mejores ideas en el grupo, toca el violín aunque no me gusta, pero su marre...; Tamtam, es decir, Esmeralda, es la más atrevida, quiere ser artista de circo; Miranda, la más presumida, tiene hasta a canguro propia y lo que más le interesa es la moda; Lulú, la única del grupo a la que le gusta hacer los deberes, es muy buena en Matemáticas y quiere inventar algo genial.
El grupo surge cuando la Profe, la señora Vinagre, les avisa de que deben realizar una actividad novedosa para la fiesta de fin de curso. Lulú quiere hacer algo relacionado con las matemáticas, Miranda, un desfile de moda; otra que su un mikado gigante y al final Lulú propone un pastel gigante que crezca conforme se lo van comiendo, algo sin final.
Las cuatro miembros del club son: Lin, Tam-tam, Miranda y Lulú.
Lin es la que tiene las mejores ideas en el grupo, toca el violín aunque no me gusta, pero su marre...; Tamtam, es decir, Esmeralda, es la más atrevida, quiere ser artista de circo; Miranda, la más presumida, tiene hasta a canguro propia y lo que más le interesa es la moda; Lulú, la única del grupo a la que le gusta hacer los deberes, es muy buena en Matemáticas y quiere inventar algo genial.
El grupo surge cuando la Profe, la señora Vinagre, les avisa de que deben realizar una actividad novedosa para la fiesta de fin de curso. Lulú quiere hacer algo relacionado con las matemáticas, Miranda, un desfile de moda; otra que su un mikado gigante y al final Lulú propone un pastel gigante que crezca conforme se lo van comiendo, algo sin final.
Cómo deben hacerlo en grupo, comienzan haciendo magdalenas en casa y, como buenas aprendizas, unas salieron duras y otras planas, y por si esto era poco, el profesor de música quiere que los niños sean el coro de la cantata que cantará la profesora Col.
En el ensayo, cuando el profesor se sentó en el taburete del piano, un chorro de kétchup salió de debajo del cojín y llegó hasta la blusa de la profesora, una chica dijo que la última en salir del aula de música fue Lin y le echan la culpa.
Lin es inocente y sus amigas se unen para aclarar el caso, gracias a la suma de sus habilidades consiguieron salvar a su amiga, este hecho las unió más que nada como grupo de amigas.
Katja Alves ha escrito una curiosa historia de chicas sin muchos problemas que conviven en un colegio donde las mayores travesuras son como la narrada y las familias comparten los temas escolares con sus hijos.
Esta dulce pandilla ha vivido su primera aventura y visto el éxito de su labor seguro que les esperan otras muchas.
La presentación del libro está muy cuidada, desde la portada en cartoné con dibujos en tonos suaves hasta las múltiples muffins que aparecen al margen o al inicio de dada capítulo, seguido de las onomatopeyas, notas musicales, gominolas y demás elementos que complementan las imágenes que reflejan algunas escenas contadas; todo ello gracias a Elli Bruder.
El texto está impreso en color azul y algunas palabras están resaltaras en color rojo.
Todo ello conforma un libro entretenido y de fácil
lectura que hará pasar un buen rato, sobre todo, a las chicas lectoras.
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