domingo, 12 de agosto de 2018

"La gota de lluvia que tenía miedo" de Jordi Sierra i Fabra


La gota de lluvia que tenía miedo

Texto: Jordi Sierra i Fabra

Ilustración: Betania Zacarías

Editorial SM

Colección Barco de Vapor Serie Blanca

ISBN 9788467593976

8€, (+ 6 años), 56 páginas

2018.




Por José R. Cortés Criado.

Jordi Sierra i Fabra es un prolijo escritor de novelas que de vez en cuando bucea en los versos, y no suele hacerlo mal, sirva a modo de ejemplo el haiku que publicó en el primer número de la revista de la fundación que lleva su nombre, La página escrita: Mi pluma traza / palabras en el viento./ Simples ternuras. JSIF. (http://www.lapaginaescrita.com/revista/2012/01/#page/74)

Y en esta ocasión ha reescrito su primer cuento en prosa para deleite de los pequeños lectores en verso, para ello ha utilizado estrofas de cuatro versos con rima asonante a modo de cuarteta.

Se trata de un relato importante del que nos dice al final el autor: “Esta es, pues, la historia, / que os quería explicar. / Guardadla en la memoria. / ¡No la podéis olvidar!”, y no es para menos.

Imaginad que una gota no quiere desprenderse de su nube, si eso se permitiese, ninguna querría saltar y con ello la sequía sería permanente y la vida en la Tierra desaparecería, de ahí la importancia de que todas las gotas salten y del empeño de la nube en que así sea.

Pues eso es lo que sucedió cierto día. En la superficie de nuestro planeta todos penaban, animales y plantas, porque la lluvia no llegaba y cuando llegó, lo hizo la vida; todos se alegraron y comenzaron un nuevo ciclo vital.


Pero cuando la nube regresaba vacía descubrió en su interior una pequeña gota que a sujetaba con fuerzas porque temía hacerse daño al caer al suelo. A la nube le costó trabajo convencerla, aunque lo consiguió tras prometerle que caería muy suave sobre un lugar blando donde permanecería eternamente.

Y así fue, pues la nube ascendió mucho, la gotita al caer se heló y suavemente terminó en una cumbre cubierta de nieve eterna, donde reposa para siempre tras una caída suave y feliz.

Jordi Sierra i Fabra nos advierte para que seamos precavidos: “Si vais por aquella montaña, / tened cuidado de no pisar / al copito que con buena maña / en la se fue a parar.”

Si ingeniosas son las cuartetas que alegrarán la lectura de los pequeños que se atrevan a leer estos versos, más llamativas son las estupendas ilustraciones de Betania Zacarías, que utilizando técnicas mixtas pone sobre el papel pinturas y recortes llenos de magia y ternura.

La ilustradora sabe utilizar los colores para mostrar la intensidad de los versos, ya sea ante un paisaje árido donde predominan los tonos rojos, amarillos, marrones como los verdes, rojos y azules cuando llegan las lluvias y vuelve la alegría al paisaje y a sus animales.

Muy graciosas las nubes con sus cumbres cubiertas por recortes de colores tristes que se vuelven alegres tras la lluvia y esas inmensas gotas de agua cayendo al suelo o los enormes copos dejándose caer con suma levedad.

Me ha gustado mucho el cuento, he pasado un ratito entretenido con sus agradables versos y he disfrutado con el regalo visual de sus páginas coloristas llenas de vida.








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