jueves, 18 de abril de 2019

"Pioneras. Mujeres que barrieron camino" de Espido Freiré


Pioneras. Mujeres que barrieron camino.

Texto: Espido Freiré

Ilustración: Helena Pérez


ISBN 978-84-698-4821-0

200 x 200 mm, 48 páginas

Cartoné, 15 €, (+ 10 años) 2019.


Por José R. Cortés Criado.

Este libro habla de mujeres que fueron las primeras en romper un límite.” Espido Freire: Pioneras.


Espido Freire nos trae en esta ocasión la vida de veinte mujeres que fueron pioneras en sus tareas, ya sea como periodistas, escritoras, artistas, políticas o universitarias.

Este libro pretende llenar un hueco en el conocimiento de las tareas llevadas a cabo por mujeres y que fueron silenciadas o solapadas por la presencia de hombres, ya que cuando la historia recuerda a mujeres, casi siempre son reinas o santas.

Estas pioneras fueron mujeres que rompieron un límite en su época. Si vivieron en el siglo XIX su preocupación era conseguir acceder a estudios universitarios y trabajar en algo que les gustase. Las mujeres del siglo XX empezaron luchan por el derecho al voto y por ampliar el campo de actividades para la mujer.

Algunas de estas pioneras son poco conocidas, pero en su día fueron importantes porque llevaron a cabo unos hechos que estaban vedado a las mujeres y supusieron un escándalo para la sociedad de su tiempo.

Por encima de ideas, formas de vida, origen familiar o cualquier otra diferencia entre ellas, todas fueron mujeres que rompieron los convencionalismos sociales y contribuyeron a que hoy la mujer pueda estudiar o trabajar en lo que desea y quiera, siempre que tenga las cualidades adecuadas.

Ellas fueron luchadoras, perseverantes, atrevidas y se movían por sus deseos de saber más y ampliar sus campos de acción; gracias a ellas las mujeres de hoy están donde están en nuestra sociedad.

La primera pionera es Beatriz Galindo, mujer del siglo XV, que fue la primera profesora de la corte y latinista española, tuvo como alumnas a cinco reinas. En Madrid hay un barrio que lleva su nombre.

La segunda es Isabel Barreto, la primera almirante española contra viento y marea, nacida en Pontevedra en el siglo XVI. No fue bien visto que surcase mares aunque fuese acompañada por su marido.

La tercera es Martina Castells, la primera médica española. Nació en el siglo XIX y luchó mucho para poder tener su título de doctora. Su compañera Elena Maseras no lo consiguió, mil excusas se lo impidieron.

La cuarta es Elena Meseras, una estudiante ejemplar que fue la primera universitaria española. Nacida en Tarragona en el siglo XIX. Para poder pisar las aulas el rey Amadeo de Saboya emitió una Real Orden.

La quinta es Matilde Montoya, gracias a su tenacidad y al amor por la medicina logró ser la primera médica mexicana. Nació en Ciudad de México en el siglo XIX. Demostró que la medicina incluía además de ciencia, amor y dedicación.

La sexta es Carmen de Burgos, una voz femenina en la prensa. Fue la primera periodista profesional española. Nació en Almería a finales del XIX. Fue corresponsal durante la guerra de Marruecos en 1909.

La séptima es Gabriela Mistral. Su verdadero nombre era Lucila Godoy Alcayaga. Nació en Chile en 1889 y fue la primera escritora en español premiada con el Premio Nobel de Literatura.

La octava es Eulalia Guzmán, fue la primera arqueóloga mexicana. Nació en 1890. Destacó por su labor como investigadora, docente y adelantada a su tiempo.

La novena es Clara Campoamor. Fue una mujer que hablaba por las mujeres, pionera del sufragio universal. Gracias a esta madrileña nacida en 1898, las mujeres votaron en las elecciones de 1933.

La décima es Federica Montseny. Esta madrileña nacida en 1905 luchó por la libertad y la justicia. Fue la primera española ministra, ocupó la cartera de Sanidad.

La undécima es Frida Kahlo fue la primera mexicana que expuso su obra en el Louvre. Nacida en 1907, tuvo una salud frágil y se casó con Diego Rivera, también pintor.

La duodécima es Carmen Conde, nacida en Cartagena en 1907, escribió novelas, poesías, relatos, biografías, libros infantiles, análisis literarios y fue la primera mujer en ocupar un sillón, el de la letra K, en la Real Academia de la Lengua.

La trigésima es Anita Carmona Ruíz. Nita nació en Málaga en 1908 y desde siempre le gustó jugar al fútbol. Fue la primera futbolista española. Era una más del equipo masculino. En el Vélez Fútbol Club jugaba con el nombre de Veleta.

La cuadragésima es Amalia Torrijos, joven maestra nacida en 1911, se convirtió en la primera alcaldesa española en las elecciones de 1933 en Coripe, Sevilla. 

La quincuagésima es Margot Duhalde, nació en Chile en 1920, fue la primera piloto chilena. Se ofreció voluntaria a la Royal Air France y voló cazas, bombarderos y spitfires. Voló hasta los ochenta y un año.

La decimosexta es Blanca Álvarez. Nacida en 1931, quiso ser periodista como su padre y fue uno de los primeros rostros de la televisión española. Gracias a ella se vieron programas como Barrio Sésamo, La cometa blanca, La bola de cristal, Pipí Calzaslargas o Un, dos, tres.

La decimoséptima es Josefina Vicente. Nació en Murcia en 1936 y fue la primera cartera española. Después dirigió un centro de formación profesional, también gestionó una residencia de ancianos. Fue la primera de su entorno en vestir pantalones vaqueros y sacarse el carné de conducir.

La décimo octava es Rigoberta Menchú, nacida en Guatemala en 1959. Con cinco años recogía café en condiciones infrahumanas, siempre fue una defensora de su cultura indígena y de la justicia para todos. Consiguió en Premio Nobel de la Paz.

La decimonovena es Edurne Pasabán. Nacida en Tolosa en 1973 siempre vivió obsesionada con llegar a lo más alto. Fue la primera escaladora del mundo en coronar las catorce montañas del mundo de más de ocho mil metros.

La vigésima es Penélope Cruz. Madrileña nacida en 1974 desde muy joven destacó como actriz y fue la primera española en ganar un Óscar.

Cada pionera tiene dos páginas en el libro, la de la derecha recoge sus datos biográficos y la de la izquierda es una imagen de ellas recreada por Helena Pérez.

Después de leer las proezas de estas pioneras los lectores tiene materia para reflexionar sobre el papel de la mujer a lo largo de la historia. Además comprenderán que la situación de la mujer no siempre ha sido como hoy.

Las niñas del siglo XXI seguro que alcanzarán metas aún no soñadas por ellas gracias a estas y otras pioneras que han facilitado el camino a las nuevas generaciones.

Libros como este han de ser leídos por todos para valorar el esfuerzo de la mujer por ocupar su espacio en nuestro mundo en igualdad de condiciones.

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