viernes, 12 de abril de 2019

“Kepler62: Parte 1: El juego de Timo Parvela

Kepler62: Parte 1: El juego

Texto: Timo Parvela

Ilustración: Pasi Pitkänen


ISBN: 9788491825371

128 páginas, cartoné

11,95 € (+ 9 años) 2019.


Por José R. Cortés Criado.



El sistema Kepler. Aquí dice que en él hay planetas con características similares a las de la Tierra”. Timo Parvela: Kepler62


La vida en el planeta Tierra no es buena, los recursos que quedan no son suficiente para todos. Unos pocos disponen de cuanto desean y otros muchos no disponen de nada y cada vez se vive peor.

La sociedad está muy mecanizada y toda la tecnología sirve para tener controlados a  los ciudadanos. Unos pocos controlan a unos muchos. Todos sospechan de todos y algunos seres parecen autómatas.

También los hay que fueron manipulados siendo niños y dotados de todos los saberes de determinadas materias, como la doctora que atendió a los protagonistas, una niña de su edad que sabía mucho de medicina.

Los protagonistas, dos hermanos de madre, nunca conocieron a sus padres, están solos en casa porque su madre se marchó en busca de alimentos y no saben por dónde anda. Ari, el mayor, ha de cuidar de Joni, el pequeño.

Ari anda preocupado por la comida pero lo que más desea en esos momentos es disponer del último juego que acaba de salir al mercado. Kepler62. Nombre de un planeta lejano.

Las empresas de videojuegos saben cómo generar ansiedad en los consumidores antes de que salga un producto al mercado, ahí radica su éxito comercial, y Ari no está al margen de los efectos de la publicidad. 

Como no dispone de dinero intenta robar el juego en una gran superficie. Es descubierto y cabizbajo vuelve a casa. No puede vivir sin Kepler62. En esas andaba cuando apareció su hermano pequeño con dos objetos prohibitivos y de gran adicción: un refresco de cola y el citado juego. 

Ari no sale de su asombro, Joni dice que se los regaló una mujer muy hermosa. Aunque sospechan de tan generosa señora no dudan en ponerse delante del ordenador y darle al botón de inicio.

Desde ese momento ya nada es igual. No pueden dejar de jugar, se sienten atrapados, tanto que se turnan en el juego, mientras uno duerme el otro avanza, todo a velocidad de vértigo hasta que llegan al final. Ven una escena en una pradera muy hermosa en la que ellos están presentes tirando de una cometa y se oscurece la pantalla.

El narrador nos ha llevado a velocidad supersónica hasta la primera parte de la novela, pero lo más atractivo está por comenzar. Cuando logran descubrir la contraseña necesaria para continuar la partida sus vidas cambian radicalmente. La promesa era un premio que nadie podía sospechar.

Se sienten observados, el pequeño está enfermo y acuden al médico, está los denuncia cuando se entera de que su madre no está con ellos. Los guardianes del orden intentan alcanzarlos pero huyen, aparece su madre, aunque sospechan que lo sea, reciben ayuda externa sin pedirla y barruntan que ellos han sido elegidos para viajar al nuevo planeta donde las autoridades desean llegar y salvar a la población de la Tierra.

El desarrollo de la trama sigue siendo muy rápido, más parece un videojuego que una novela. Donde menos se lo esperan encuentran un escape que les permita alejarse de sus perseguidores hasta la página siguiente que surge otro nuevo obstáculo y así sucesivamente hasta que la pantalla, en este caso, las páginas del libro se oscurecen. Hemos llegado al final que no es más que el paso a otro nivel del juego.

Está claro que Kepler62 es algo más que un juego y los dos hermanos lo presienten cuando no les queda más opción que avanzar, de lo contrario serían detenidos y puestos bajo custodia de la administración, y ellos quieren ser libres, se arriesgan a ser viajeros a un planeta desconocido antes que vivir como viven.

Este primer volumen de la serie es muy atractivo. Te atrapa y no te deja respiro entre página y página. Seguro que los jóvenes lectores disfrutarán tanto como yo de su lectura.

Las imágenes son un perfecto complemento al texto, la imagen de los protagonistas son correctas y cada ilustración parece sacada de un juego de ordenador.

Incluso el texto se superpone a la imagen y juega, por ejemplo, con la cuenta atrás mezclándose los segundos con pequeños textos, incluso los dos últimos dígitos aparecen sobre una página en gris.

La editorial SM ha cuidado la presentación de estos volúmenes, y no solo por las portadas en cartón duro, sino por la calidad del papel satinado de su interior.

Kepler-62 es una estrella ligeramente más fría y más pequeña que el Sol en la constelación de Lyra, situada a 1200 años luz de la Tierra.


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