viernes, 23 de octubre de 2015

Periodistas, búlgaros y rubias de Blanca Álvarez

Periodistas, búlgaros y rubias.

Blanca Álvarez

Planeta & Oxford

Colección Nautilus, Serie Azul,

Barcelona, 2008, 168 págs.

Literatura juvenil

A partir de 14 años



Por José R. Cortés Criado.

Cuando rubia y periodista es la escritora, cualquier cosa puede pasar. Sí, rubia es Blanca Álvarez, y ejerce de periodista, ha cubierto muchas crónicas deportivas y además esas dos palabras aparecen en su libro publicado por la editorial Oxford: Periodistas, búlgaros y rubias.

Esta escritora asturiana publicó esta novela para jóvenes, en la que se mezclan una serie de ingredientes muy conocidos en la novela juvenil: el mundo del fútbol, el famoseo, una joven e intrépida periodista, una de las mafias europeas que operan en nuestro país, unos personajes marginales y solidarios, resultando una trama entre periodística y policíaca, con gotas de ironía y humor, salpicada de frases hechas y expresiones muy propias del argot juvenil, así como muestras del habla vulgar de algunos personajes.

El desenlace es rápido, como suele ocurrir en la novela juvenil, al final todos los personaje han pasado más peligro del que parecía y la desaparición del protagonista, futbolista de moda, fue debido a un desengaño amoroso, pero ahí esta su madre para buscar una solución adecuada: una novia “joven, guapa, ni demasiado lista ni tonta, enamorada del jugador hasta los tuétanos y dispuesta a seguir los consejos de la suegra,”
[1] porque en el fondo, según la autora, el protagonista necesita una sustituta de la madre perdida en la infancia.

Es una obra adecuada si queremos trabajar con el alumnado el lenguaje popular, pues está plagada de expresiones cotidianas como: “Aún medio zumbada encendí la luz”, la suerte de un personaje “era más negra que el sobaco de un murciélago”, piensa de otro “que es tonto del culo”; todo esto junto a otras frases para que el lector imagine: “Yo lancé un grito de rubia platino en película de gángsteres,” o “Soltaba un tufo a perfume japonés carísimo capaz de frenar al mismo diablo” y a expresiones tales como: “No sabe usté lo contentísima que estoy ende que usté me lo ha encarrilao. Que vale muncho, de veras…”

Blanca Álvarez alterna el periodismo y la escritura de novelas, le gusta imaginar historias y seguirá escribiendo mientras le queden cosas que contar. Otras obras suyas: El curso en que me enamoré de tiEl amor es un cuento, La soga del muerto, Malu y el marciano del ordenador, Witika, la hija de los leones, La mitad de su rostro, Una tropa de hermanos.

Notas:
[1] ÁLVAREZ, Blanca: (2008), Periodistas, búlgaros y rubias, Barcelona, Oxford, p. 159.

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