jueves, 12 de septiembre de 2019

"Abdel" de Enrique Páez


Abdel

Texto: Enrique Páez

Ilustración: Ana C. Allepuz Palau


Colección Barco de Vapor. Serie Roja

ISBN 9788467577853

120 páginas, (+ 10 años) 

9 €, 2019



Por José R. Cortés Criado.

Vivo en un cementerio, aunque no soy un muerto. Tampoco el enterrador. Soy un hijo del desierto, escondido entre las tumbas de Marbella.” Enrique Páez: Abdel.

Hace veinticinco años Enrique Páez publicó esta novela juvenil, con una dedicatoria que sigo teniendo mucha actualidad: “Dedicado a los culpables de nacer en otro sitio” y acaba de salir al público su edición número cuarenta y cuatro.

Este libro tiene tres voces narrativas. La primera a la que se enfrenta el lector es la de una educadora social que trabaja en un centro de menores en la provincia de Málaga, ella nos informa de que lo que se va a leer es el relato autobiográfico real de un chaval saharaui que está en España de forma irregular.

La segunda voz es la que ocupa la mayor parte de texto, es la de Abdel, un chico que ha ido escribiendo en un cuaderno rústico, forrado de piel de cordero, todo cuanto le aconteció en su corta vida.  

La tercera es la de la editora que certifica que el texto es veraz y que se basa en un hecho concreto, pero que como ese, la editorial ha localizado más casos, con lo cual da credibilidad al texto como autobiográfico.

Abdel es saharaui, su madre murió en la ciudad de Hauza cuando las tropas marroquíes levantaban un muro para aislarla del resto de Sahara y destruyeron su vivienda; desde entonces padre e hijo son trashumantes. En sus desplazamientos con el ganado, el chico siempre llevaba libros de un conocido de la familia que poseía una gran biblioteca en lengua castellana. Así aprendió a leer y escribir en castellano.

Cierto día el padre le propuso marchar a España, país hermano, donde vivirían mejor que en el desierto. La primera parte del libro se ocupa del viaje de ambos desde el desierto hasta llegar a la costa de Tánger, el desplazamiento tuvo algunas complicaciones, pero las mayores llegaron cuando se enfrentaron al mar Mediterráneo.

Atravesaron el estrecho de Gibraltar en una barca de pesca junto a muchos otros, el joven detalla los pormenores en el barco y los sinsabores que padeció hasta llegar a una playa de Tarifa, Cádiz y de ahí al campo huyendo de la policía española.

Trabajan de forma ilegal en la construcción, son explotados y utilizados en otros asuntos ilegales, por lo que el padre termina en la cárcel sin culpa alguna; el chico huye y se las ingenia para demostrar la inocencia del progenitor, pero nada es tan fácil como él piensa, ni el progenitor acepta las ideas de su hijo.

Sobrecogedora historia escrita con tal verosimilitud que el lector termina por aceptar que Abdel existe y está en un centro de acogida esperanto una oportunidad para formarse y vivir dignamente.

La habilidad narratoria de Enrique Páez hace que esta novela corta se lea de un tirón y que el lector sienta los padecimientos del protagonista como si de alguien cercano se tratase.

Estupenda historia que sigue siendo muy actual puesto que migrantes siguen llegando de forma ilegal a nuestras costas, hoy no solo del Magreb sino de otros pueblos subsaharianos mucho más alejados de Europa.

La trama mezcla los problemas del Sahara con Marruecos, la vida de los tuaregs, la emigración ilegal, el tráfico de seres humanos, la explotación de los ilegales en España, el tráfico de drogas, la solidaridad entre los jóvenes, las esperanzas puestas en un centro de acogida para el buen futuro de un joven y, sobre todo, el sacrificio de un padre para que su hijo viva mejor que él.

Bravo por esta nueva edición y larga vida a un libro tan interesante como este.

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