Las mascotas
del mundo transparente
Texto: Jose
María Merino
Ilustraciones:
Júlia Sardà
Nocturna
Ediciones
Colección: Literatura Mágica
Rústica, 116 páginas
Noviembre 2014
Novela Juvenil
Por José R. Cortés Criado.
Una simple
canción infantil sin sentido: “Pimpineja, la mano la coneja. Pasó por allí
vendiendo sal. Sal menuda pide pa la cuba; cuba de barro pide pa al caballo;
caballo morisco pida pa al obispo; obispo de Roma tapa la corona, ¡que no te la
vea la gata rabona!”, tiene consecuencias insospechadas para el joven descreído
que no hace caso de la criada de casa que le rogó de mil maneras que no
repitiese ese conjuro porque le traería consecuencias nefastas de mano del diablo.
El joven protagonistas
nos cuenta en esta novela, narrada en primer persona, lo que le sucede desde
que inicia los juegos infantiles con su hermana pequeña hasta su regreso a casa
tras pasar por un mundo extraño de paredes trasparentes y seres nunca vistos.
Y es que el
chico canta antes de acostarse, una vez desnudo, el trabalenguas y cuando
reacciona está con otras tres personas que se cubren con mantos de colores en
una habitación transparente con un espacio para el aseo y un grifo por donde
llegan los alimentos.
Tras entablar
conversación con los otros descubre que se encuentra en un lugar donde es
observado por seres en forma de prismas de cuarzo; también nota que son
transportados a otro espacio donde muchos seres poliédricos y cristalinos los
observan y son mezclados con otros personajes extraños; de entre todos esos
seres destaca una especie de araña gigante que se comunica con los humanos y tiene
una capacidad intelectual muy alta.
Así llegan a
descubrir que son mascotas que entretienen a sus poseedores, los cuales les piden
que hagan cosas para su diversión. Tres humanos y la araña intentan hacerles
saber que ellos son superiores al resto de seres extraños porque razonan, para
ello elaboran una estrategia y cuando creen que han demostrado su valía se
rebelan exigiendo otro trato, quieren ser libres y se sienten con derecho a
ello, pero son castigados sin ducha ni comida hasta que vuelven a ser mascotas
simpáticas y entretenidas.
Menos mal
que la araña con un nivel matemático extraordinario, su civilización no se basa
en la palabra, sino en los números; logra descifrar la clave para que cada uno
vuelva a su mundo; esos mundos paralelos que el autor da por sentado que existen
y que son habitados por seres con distinto nivel de desarrollo mental.
Una obra
entretenida y llena de misterio que hará pasar un buen rato a los jóvenes lectores,
basada en principios razonados y explícitos para justificar esa insólita
situación en la que viven los seres humanos que se creían superiores en capacidad
intelectual a cualquier otro ser viviente.
José María
Merino da muestra de su buen hacer narrando con suma sencillez una extraña
historia que nadie duda que pueda ser verosímil.
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