¡Bien por
los Siete Secretos!
Texto Enid
Blyton
Ilustraciones:
Tony Ross
Colección: Siete Secretos
12,8 x 19,8 cm, 128 páginas
(+ 8 años) Rústica, 2015.
Por José R. Cortés Criado.
Otra vez los
siete están aburridos porque no tienen ningún caso que resolver, y como hace
calor, y en el cobertizo donde se reúnen aún más, deciden construir una
plataforma sobre un árbol para poder reunirse en un lugar fresco y lejos de la
vista de los vecinos.
Cuando lo
han conseguido, llevan de sus casas cojines, galletas, limonadas…, para hacer
el lugar habitable y reunirse cómodamente. Lo que no sospechan es que cierto
día un joven en compañía de un gatito se acercó a su árbol, no los descubrió
porque Scamper, el perro de la pandilla, lo alejó.
A los siete
le llamó la atención ese niño sucio y descuidado que llevaba consigo un gatito
y comenzaron a elucubrar sobre su origen y destino.
Al día
siguiente cuando volvieron al árbol, con su chapa identificativa en el pecho y
su consigna aprendida, descubrieron que alguien se había comido las galletas,
dudaron entre una ardilla o un niño con un gatito. Esa misma noche dos de los
integrantes del grupo volvieron al árbol porque se les olvidó allí un libro y
descubrieron al joven con su mascota.
Pronto
supieron que su madre estaba en el hospital, que vivía con una hermana de esta,
pero que su tío tenía muy malas compañías y lo tenía atemorizado por si
descubría los planes de aquellos malhechores.
Con cuatro
datos recogidos cuando dormía el joven: un nombre, una reja, una seta roja y
poco más, Enid Blyton comienza a desarrollar su intuición por medio de los
siete amigos y va hilvanando una estrategia que conduce al descubrimiento de la
fechoría que pretenden llevar a cabo su tío y compañía.
Este proceso
investigativo es el que atrapa a los lectores, ya que capítulo a capítulo va
añadiendo una nueva pista, hasta concluir con el éxito de los niños, que son felicitados
por sus padres y hasta por el jefe de policía.
A pesar del
tiempo, estas historias de los siete siguen gustando a los pequeños lectores, ávidos
de aventuras protagonizados por sus iguales, aunque nos hablen de casas sin
rejas, chicos que abandonan sus camas a media noche sin que nadie los eche en
falta, padres muy comprensivos, policía amable y atenta con los niños y sus
ocurrencias, en fin, con un ambiente muy distinto al de las ciudades de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario