Los cinco feos
Texto: Julia Donaldson
Ilustración: Axel Scheffler
Traducción: Roberto Vivero
Rodríguez
Colección Otros Álbumes
ISBN 978-84-696-2408-1
285 x 215 mm, 32 páginas
14 €, (+ 3 años) 2018.
Por José R. Cortés Criado.
Bueno, le ha llegado la hora a los feos para ser
protagonistas de este álbum ilustrado, es que los feos también tienen derecho a
aparecer en un libro, aunque para otros no sean feos, todo depende del ojo con
que se mire.
La historia comienza en la llanura africana un espléndido
día en que los bellos animales están descansando plácidamente, desde los
flamencos rosas hasta el león, pasando por la cebra, la jirafa o el leopardo,
pero hete ahí que apareció en escena un animal que afeaba la estampa, el ñu.
Este tenía las patas flacuchas, una barba despeinada, pelos
en la chepa, y como se sabía bien feo cantaba que era feo, el más feo del mundo
y se preguntaba si alguien le podía ganar en fealdad.
En eso apareció la hiena, y dijo que sí, que ella era más
fea, tenía púas en vez de pelos, era muy sucia y con una voz aterradora, así
que se autonombró el animal más feo del lugar.
Por eso los dos animales se hicieron amigos y se fueron
cantando su fealdad y apareció el buitre orejudo, feo, calvo, con garras y pico
gigantesco y se propuso como el más feo de los tres. Así que se juntaron y
siguieron cantando sobre la fealdad de ellos.
Muy contento andaban los tres feos cuando apareció un
cuarto, el facóquero, que era cabezón con una barba que pica y una cara llena
de verrugas entre otras lindeces y se unió al grupo.
Después los cuatro feos se toparon con alguien digno de
entrar en su club, el marabú africano, jorobado, desgarbado, con una bolsa
asquerosa colgándole del cuello y con unas patas llenas de pelos, así que ya
eran cinco.
Cantaban felices y contentos de ser tan feos, hasta que
notaron que los observaban desde la maleza, preocupados decidieron adivinar
quiénes eran, y resultó que eran los hijos de esos cinco personajes que no reconocen
la fealdad en sus padres.
Para los hijos los padres son los mejores y no solo por su
aspecto físico, sino porque los cuidan los miman y los protegen. Y pasaron a
llamarse los cinco hermosos desde ese momento.
Divertida historia para reclamar el espacio de cada uno en
este mundo independientemente de su aspecto físico, pues la belleza no radica
solo en el exterior, también en el interior de todos los seres, y esta última
es la más importante.
Junto al ingenioso texto están las divertidas ilustraciones
de estos animales en su medio natural. Aunque llame la atención el aspecto de
cada uno de ellos, hay que prestar mucha atención a los pequeños detalles que
complementan cada escena del libro, pues los pequeños animales, plantas,
insectos, aves y flores complementan la historia.
Seguro que los pequeños lectores disfrutan de la historia y
comprenden que la belleza no solo está en el aspecto físico de las personas.
Al final del libro se presentan con sus dibujos
correspondientes los cinco animales más grandes de la sabana: león, leopardo,
rinoceronte, búfalo y elefante; los cinco más pequeños: bufalero piquirrojo,
tortuga leopardo, hormiga león, escarabajo rinoceronte y musaraña elefante; los
cinco más tímidos: cerdo hormiguero, puercoespín, lobo de tierra, suricata y
zorro orejudo: y los cinco más feos que han protagonizado la historia.
Sin duda un cuento hermoso, presentado en forma apaisada,
que habla de la belleza y la fealdad para enseñarnos dónde se encuentra la
verdadera belleza.
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