jueves, 24 de julio de 2014

Las tres princesa pálidas de María José Martín Francés



Las tres princesa pálidas.

María José Martín Francés

Carole Hénaff

KalandrakaLibros para soñar.

36 pág., 21,5x24,5 cm.

ISBN 978-84-92608-85-0

2014.



Por José R. Cortés Criado.


“Había una vez hace mucho tiempo, un rey que tenía tres hijas…” Así comienza este cuento, como siempre lo han hecho los cuentos tradicionales y es que María José Martín Francés recrea un cuento como si fuese uno de los recopilados en Las mil y una noches, para ello nos retrotrae a un tiempo remoto donde los reyes vivían eternamente, eran queridos por sus súbditos y todo era armonía y bienestar.

Así, que el viejo rey cuando cree que debe dejar el reino en manos de una de sus hijas, le pide al pueblo su opinión, las tres son tan claras y tan transparentes como el agua o el cristal, así que los súbditos no quieren reinas enfermas y las rechazan.

Aquí comienza la intriga y la ambición de las dos hijas mayores que idean remedios para su aspecto pero cuando lo transforman tampoco son aceptadas; solo la pequeña, la que nunca ambicionó ser reina ni quería serlo, sufrió una transformación involuntaria que fue del agrado del pueblo, este la recibió al grito de: “Esta princesa está sana! / ¡Tiene cara de manzana!”, y así se convirtió en la heredera.

Es una bella historia muy adecuada para ser contada a los pequeños lectores, es fácil de comprender por su estructura repetitiva y por las palabras del pueblo escritas con versos rimados; además lleva su mensaje respecto al amor, a la sabiduría, a la bondad, a la codicia, a la envidia…, que todos captarán mediante su lectura.

Como complemento, Carole Hénaff realiza unas bonitas ilustraciones donde mezcla páginas en tonos pastel con otras en colores vivos, para ello utiliza el lápiz.

Llaman la atención el color de las viviendas, la variedad de plantas, el sol, la luna y todos los elementos que acompañan a los personajes; de estos hay que destacar el multicolor turbante del rey y los peinados de las princesas, todos ellos de descomunal tamaño.

Se trata de un buen cuento, divertido, colorista, entretenido, que atrapa al lector desde su comienzo.



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