¡Quita tus patas de mi libro!
Texto e ilustración:
Fabi Santiago
Editorial Bruño. Colección
Álbumes. Cubilete.
ISBN 978-84-696-2335-0
260 x 260 mm, 32 páginas
14 €, (+ 3 años) 2018.
Por José R. Cortés Criado.
Simpático libro lleno de gracia e ingenio que no pasa
desapercibido a los que abren sus páginas.
La trama es bien sencilla, la jirafa Trufa se encuentra un
libro en la sabana y se pone muy contenta porque es una buena lectora, así que
se dispone a abrir sus páginas cuando aparece en escena un pingüino que hojea
el libro y le da consejos a su amiga para que lea el libro como debe ser.
Según Chimo debe sentarse y mantener su cuerpo erguido;
pero en cuanto intentó sentarse apareció Matilda, una canguro que le recrimina
su postura y le aconseja leer moviendo sus caderas; Trufa lo intenta.
Y cuando empezaba a coger el hilo de la lectura apareció
Nilo, el cocodrilo, que le aconseja leer tumbado boca abajo; y, por si era
poco, llegó Felicia, un flamenco rosa que aconseja leer de pie con una pata
encogida; por último llegó Kimono el mono y le dice que así tampoco es bueno
leer, lo que debe hacer es colgarse de una rama y columpiarse mientras lee.
La pobre jirafa que deseaba leer el libro no pudo resistir
tantos cambios y terminó mareada tendida sobre el suelo y es que nadie se paró
a pensar que ese animal tan larguirucho no puede tumbarse sobre el suelo, ni
columpiarse, ni levantar una pata, ni…
Así que no quiso seguir escuchando a sus amigos. Lo único
que deseaba era estar sola para leer tranquilamente y disfrutar de la lectura.
Todos sus amigos sienten lo ocurrido y cuando el pingüino vuelve a plantear
otra forma de leer Trufa se echa a temblar, aunque su propuesta es sencilla,
leer todos juntos. Y cuando están disfrutando de la lectura amigablemente,
apareció su dueña, la tortuga.
Si ingeniosa es la historia, más simpáticas son las
ilustraciones con esos animales que actúan como humanos y manifiestan sus ideas
libremente y con alegría.
Las posturas de la jirafa, su expresiva cara y sus deseos
de agradar a todos muestran una buena convivencia entre animales tan dispares
como puede ser el cocodrilo y el pingüino.
Ver a tan alto animal tumbado cuan largo es, con su pata
trasera encogida, moviendo sus caderas o colgada de una rama del árbol es
motivo de risa; también lo es ver al resto de animales con sus vivos colores
dándoles consejos a Trufa.
La imagen de Trufa caída sobre sus amigos tras el último
intento de lectura es muy simpática; aunque más graciosa es ver a todos
tumbados en una hamaca mientras comparten la lectura.
Buen libro para animar a leer, tanto si es en compañía o en
la intimidad.
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