Autor: FERNÁNDEZ PAZ, Agustín
Publicación: Oxford, 2007
Páginas: 120
ISBN: 9788498110845
Adrián es un joven que vive solo y ha tenido diferentes trabajos: escritor de textos infantiles, payaso, confitero, floristero…, pero a él lo que le gusta de verdad es descubrir las historias de las personas con las que se cruzaba diariamente y cuando vio un anuncio de una empresa de mensajería no dudó en presentarse a este nuevo trabajo pensando en sus futuros conocidos.
Siendo repartidor disfrutaba mucho porque conocía personas diferentes y porque le gustaba leer las notas que acompañaban los envíos y alguna vez los “arreglaba” como cuando trabajaba en la floristería y leyó el mensaje que acompañaría un ramo de flores: “Feliz cumpleaños, Ana. Un saludo de Ramón” y lo transformó en: “Querida Ana: cada día que pasa crece en mí el deseo de verte. Sería maravilloso poder estar contigo en una fecha tan importante para ti. Recibe mi abrazo más cariñoso. Ramón”.
Siendo repartidor disfrutaba mucho porque conocía personas diferentes y porque le gustaba leer las notas que acompañaban los envíos y alguna vez los “arreglaba” como cuando trabajaba en la floristería y leyó el mensaje que acompañaría un ramo de flores: “Feliz cumpleaños, Ana. Un saludo de Ramón” y lo transformó en: “Querida Ana: cada día que pasa crece en mí el deseo de verte. Sería maravilloso poder estar contigo en una fecha tan importante para ti. Recibe mi abrazo más cariñoso. Ramón”.
Así se las gastaba el joven que no dudó en cambiar los suspensos de una lista de alumnos, ni de enviar la cesta de Navidad de un señor acaudalado a una familia necesitada, y a este enviarle alimentos menos dañinos con el colesterol.
Era feliz haciendo el bien a los demás, pero un día recibió un mensaje enigmático, se componía de palabras recortadas y pegadas con una pregunta sorprendente: “¿No has oído decir que el amor de verdad solo se presenta una vez en la vida?”
A partir de ahí le siguen unos versos, y una serie de piezas de un puzle que contienen jeroglíficos que una vez descifrados, completan un mensaje, que lo lleva a una cita con una chica de la que termina muy enamorado.
Este libro se lee agradablemente, el lector se siente atraído por el ingenio del joven y sus buenos deseos, tiene un final feliz y lo mejor de todo, cada uno de sus “arreglos” fueron bien recibidos por los interesados.
Agustín Fernández Paz lanza aquí un nuevo mensaje en una botella, como suele decir de sus libros, para que los lectores disfruten de una vida creada con palabras.
En sus páginas se hace un guiño al famoso libro de Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate, y al gran Paul Éluard.
Federico Delicado complementa el texto con unas sencillas imágenes en blanco y negro.
A partir de ahí le siguen unos versos, y una serie de piezas de un puzle que contienen jeroglíficos que una vez descifrados, completan un mensaje, que lo lleva a una cita con una chica de la que termina muy enamorado.
Este libro se lee agradablemente, el lector se siente atraído por el ingenio del joven y sus buenos deseos, tiene un final feliz y lo mejor de todo, cada uno de sus “arreglos” fueron bien recibidos por los interesados.
Agustín Fernández Paz lanza aquí un nuevo mensaje en una botella, como suele decir de sus libros, para que los lectores disfruten de una vida creada con palabras.
En sus páginas se hace un guiño al famoso libro de Roald Dahl, Charlie y la fábrica de chocolate, y al gran Paul Éluard.
Federico Delicado complementa el texto con unas sencillas imágenes en blanco y negro.
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