Texto: Ricardo Gómez
Ilustración: Laia Pàmpols
Editorial Anaya
ISBN: 978-84-143-3693-9
135 x 210 mm, 112 páginas
Tapa dura, (+ 10 años)
12,95 €, 2024.
Por José R. Cortés Criado.
“Además, en el desierto hay otras cosas que no se ven, y que se pueden
encontrar bajo la arena: piedras de chispas, hongos contra la fiebre, bolsas de
miel, huevos de lagarto, raíces de harina… ¡Y agua!” Ricardo Gómez: Los
mapas del agua.
Un libro precioso. Me ha encantado. Una historia contada con suma sencillez
que nos hace viajar por un desierto, sentir el calor, la sed, el cansancio… y
escuchar el caminar de las hormigas, el deslizarse de la serpiente… y hasta los
ríos ocultos de agua.
Desde la primera página nos sentimos atrapados en ese mundo recreado por
Ricardo Gómez que nos acerca a una civilización arcaica que vive de los escasos
recursos que le ofrece su árido entorno. Y al sentirnos parte de él entendemos
la organización del poblado y a sus singulares habitantes.
Una de las personas más importante en la aldea es la mujer-agua o N’Wone.
Su oficio se hereda de madres a hijas. Es la encargada de buscar el bien más
preciado para todos, el agua. Ella es la protagonista de esta historia. La
conocemos por su actuación y sus temores. Tiene solo ocho años, su madre ha
fallecido, y debe buscar agua porque el pozo del poblado se seca.
En su búsqueda y audición de los sonidos de su entorno nos habla de sus
relaciones paterno filiales, de su abuela, la Vieja Contadora de Historias, de
sus ancestros, de sus creencias, de sus mitos, de su mundo imaginario y de su
resiliencia, su esfuerzo por aprender, por salvar a su pueblo, por avanzar por
territorios desconocidos y por vivir en armonía con el entorno tan árido que la
naturaleza le regaló.
Un viaje literario a un mundo muy lejano del nuestro en todos los aspectos,
pero muy cercano en la humano y fundamental, de ahí la importancia de la supervivencia
como grupo, a pesar de que te marca tu destino desde el nacimiento y te hace
persistir en tus obligaciones, luchar contra las dudas y afianzarte en tus
posibilidades, siempre acompañado de tus ancestros y su cultura.
El texto se acompaña de unas sugerentes ilustraciones de Laia Pámpols que
reflejan algunas escenas narradas y señala con originalidad el poder de la
niña-agua y su capacidad de oír hasta los sonidos más leves de la naturaleza;
así como la aridez del entorno, la mitología de su pueblo y hasta los mapas linéales
cantados por sus protagonistas.
Un buen libro que abrirá la mente a los pequeños lectores y los animará a
superar dificultades, que ha obtenido el Premio Anaya de Literatura Infantil y
Juvenil de 2024, y que a pesar de no mostrar el marco donde se desarrolla la trama,
los adultos sabemos que ocurre en el continente australiano.
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