El verano que cambió la vida de Mihail
Texto: Carmela Trujillo
Ilustración: David Granados Niubó
Editorial Bambú
ISBN: 978-84-8343-971-5
145 x 210 mm, 96 páginas
10,90 €, (+ 7 años)
2024.
Por José R. Cortés Criado.
“No se despide de nadie porque nadie se ha dado cuenta de que está allí dentro y de que está a punto de salir. Sigue siendo un niño invisible.” Carmela Trujillo: El verano que cambió la vida de Mihail.
Mihail es un niño rumano que vive con su madre en
España. Su padre, mala persona, está en cualquiera sabe dónde. Su madre,
profesora de inglés en su país, aquí se gana la vía limpiando oficinas y casas.
Él no tiene amigos, se siente un fantasma entre los demás. Le gusta mucho leer,
sobre todo cómics, devora todos los libros de la biblioteca pública.
En su mismo bloque vive un señor malhumorado, o eso parece,
se llama Pepe, es mecánico, tiene muchos libros en su casa, es bastante
desordenado, es algo bruto en sus relaciones con los demás y vive solo. Ni su
hermana ni su sobrino lo soportan.
Un día, durante las vacaciones de verano, Mihail
quiso sorprender a su madre y decidió bajar de casa a comprar naranjas y pan
para prepararle el desayuno, mientras dormía, porque pasó la noche limpiando
oficinas. Cometió un fallo. Se olvidó las llaves de casa y se sentó en las
escaleras a esperar a que su madre se despertara.
Ese día, Pepe, el vecino gruñón, estaba de buen
humor. Se preparó para ir a la playa y cuando vio al niño en las escaleras, lo
invitó a entrar en su casa y hasta lo dejó acercarse a sus libros. Este
encuentro cambió el rumbo de ambas vidas.
Y si eso fuera poco, Mihail fue invitado al
cumpleaños de un compañero de clase que siempre se burla de él. La madre lo
obliga a acudir a la fiesta y Pepe lo acompaña, porque es en un centro
comercial alejado. Allí Mihail ve a sus compañeros de clase y huye. Se refugia
en otra fiesta de cumpleaños de otro niño. El desconocido es un buen amigo y el
resto de los invitados también. Mihail hizo amigos por primera vez.
Estos tres fortuitos sucesos y algunos más, como la
aparición de un gatito blanco de ojos azules y sordo en el bloque, hacen que la
vida cambie para más de uno, y para bien.
El texto, escrito con mucha amabilidad, se lee de un
tirón y te hace sonreír en más de un momento, también nos hace pensar en las
dificultades de las familias migrantes para adaptarse a los países de acogida,
en especial en los adolescentes.
Y hay que valorar la importancia de las casualidades
o esos errores que resultan mejor que los aciertos, ya que nos abren
posibilidades insospechadas.
El texto se acompaña con unos dibujos bastante
realistas, en tonos grises, de David Granados Niubó que nos acerca la imagines
de los personajes en su ambiente.
Buena historia cargada de sensibilidad y armonía que
gustará al público infantil.
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