Una lavadora en Saturno
Texto: David Farnández Sifres
Ilustración: Mercè Arànega
Editorial Edebé
ISBN: 978-84-683-5357-9
130 x 195 mm, 180 páginas
9,20 €, (+8 años) 2021.
Por José R. Cortés Criado.
“Nos contaron que, en su planeta,
en vez de ir al cole, se pasaban
el día rebuscando en la basura
espacial para encontrar cosas
útiles que poder vender, o comida.”
David Farnández Sifres:
Una lavadora en Saturno
Original historia de dos
hermanos que cansados de que sus padres solo le hagan caso al nuevo hermanito
deciden marcharse lejos de casa, nada más ni nada menos que a Saturno.
Carolina, como tiene ocho años
y es la mayor, es la astronauta por vocación, y la que toma las decisiones
importantes. Así que usaron la lavadora vieja que estaba en el jardín para
construirse una nave espacial, con su punta cónica, su navegador para llegar al
destino, su botón rojo para despegar y su fuerza propulsora.
Aunque les daba algo de pena
abandonar su hogar, lo disimularon. La niña estaba muy convencida del viaje.
Felipe, el hermano pequeño, nunca abandonaría a su hermana, así que ambos despegaron.
Una vez que llegaron a su
destino, no sin temor, salieron de su lavadora-cohete y se acercaron a unos
extraterrestres que por allí andaban. El suelo parecía un basurero, los
habitantes de Saturno, los “saturninos” se parecían a ellos en algunas cosas, incluso
sabían su idioma.
La sorpresa de unos y otros
fue tremenda y cuando nuestros viajeros les contaron a los otros cómo era su
casa, su colegio, su barrio…, más se sorprendían y querían ir con ellos a ese
planeta maravilloso.
Al final ambos se
reencontraron en un espacio común, que abría unas puertas a una vida mejor para
todos. Cuando el lector llega al final puede que se sorprenda del planeta al
que llegaron Carolina y Felipe, un lugar al que nunca se hubiesen acercado si
no hubiesen viajado al espacio. El epílogo del libro da la clave de la trama.
Original historia que sirve
para tratar el problema de los celos cuando llega un nuevo hermanito a casa; de
la suerte que tenemos, algunos, de nacer en el sitio que nacemos, y de las dificultades
que tiene otros, simplemente, por nacer un poco más lejos.
Fernández Sifres vuelve a
acertar con su libro, donde se mezclan pasajes serios, con otros cargados de humor,
ilusión, esperanza y temor a lo desconocido. Haciéndonos pensar que muchas
veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Todos los lectores
aprenderemos alguna lección, aunque ese no sea el objetivo del escritor ni el
libro tenga carga de moralina y los pequeños sabrán que los padres suelen
querer a sus hijos tanto como para llegar a Saturno en su búsqueda.
El libro está ilustrado por
Mercè Arànega con unas simpáticas imágenes de vivos colores que reproducen
algunas escenas y muestran algunos detalles de la trama.
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