La rama seca del cerezo
Texto: Rafael Salmerón
Editorial Anaya
ISBN: 978-84-698-8595-6
150 x 215 mm, 176 páginas
12 €, (+ 12 años) 2021.
“Vivir. Tal vez no resulte tan difícil, Tal vez
sola haya que mirar adelante. Quizás se
trate de ir llenando poco a poco los
segundos, cargándolos de pequeños actos.”
Rafael Salmerón: La rama seca del cerezo.
Interesantísima novela juvenil
que te sumerge en una cultura muy distinta de la nuestra y nos deja un poso de tranquilidad
después de conocer los devaneos, temores, miedos, odios, culpabilidades y
sinsabores de los protagonistas.
Rafael Salmerón sabe llevarnos
muy bien por la trama. Comienza en Hiroshima en el año 1945, cuando cae la bomba
atómica sobre la población, para continuar en la misma ciudad en la actualidad.
Hay saltos en el tiempo y personajes
que nos sorprenden porque los hechos se interrelacionan y, el escritor, va
dando la información poco a poco, para que el lector, suavemente, vaya tejiendo
la red de relaciones personales que nos conducen a un final tranquilizador.
Hay tres personajes claves. El
mayor, el señor Utada, es un superviviente a la bomba fatídica, pero que vive bajo
la culpa de no haberse despedido de su mejor amigo, con el que discutió
momentos antes de la hecatombe que lo borró de la superficie terrestre. Lleva
más de setenta años arrastrando una culpa que no le deja vivir.
Una joven de diecisiete años,
Sakura, que también sufrió las consecuencias de la bomba. Nació con su mano
derecha deforme e inerte. Sus padres se sienten estigmatizados por eso; ella lo
asume como un defecto enorme, intenta ocultarlo a todos y es motivo de las burlas
de sus compañeros de instituto. Lo único que hace bien es dibujar. No le ve sentido
a su existencia, tiene un sentido de culpa que le amarga su vida.
Un niño de siete años, Tetsuo,
que vive provisionalmente con sus abuelos, porque su padre está al frente de
una central nuclear en Fukushima y debe controlar una fuga de radiaciones. Teme que su padre
no vuelva más a casa y con su temor se enfrenta a la vida.
Cuando estos tres personajes
se cruzan hay una eclosión en sus vidas respectivas. Cada uno asume sus miedos,
sus culpas, sus vergüenzas y rompe los temores que le amargan la existencia. Cuando
deciden aceptarse como son la vida les sonríe, ya nada volverá a ser como
antes.
Después de la lectura nos
queda un buen sabor de boca, nada empalagoso, donde la amistad, la culpabilidad,
la aceptación de nosotros, el saber perdonar a los demás y a uno mismo nos
muestra que no somos perfectos, pero que debemos aprender vivir como somos y,
sobre todo, que a todos nos ocurre lo mismo.
Excelente novela que recibió
el XVIII Premio Anaya Infantil y Juvenil 2021 que acerca a los jóvenes una
historia creíble donde verse reflejado con unos problemas que son comunes a un
sector de la población de cualquier lugar del mundo.
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