Texto: Andrés Guerrero
La primera estrella de la noche
Texto: Roberto Santiago
Ilustración: Mara Chicote
Editorial Fundación Línea Directa
ISBN: 9788409257645
40 páginas, 8 €,
(+ 6 años) 2020.
Por José R. Cortés Criado.
“El miedo es el causante de muchos
accidentes y de muchas cosas malas que nos pasan en la vida. Hay una palabra
mágica para superar todo eso, una palabra mágica que sirve para no tener miedo
a nada. La palabra mágica es cuidado.” Andrés Guerrero: Una palabra mágica.
La Fundación Línea Directa lazó, el viernes 18 de diciembre de 2020, un Libro Solidario Infantil en favor de la seguridad vial, en colaboración con la Casa del Libro, cuyos beneficios se destinarán al Hospital de Parapléjicos de Toledo.
El volumen consta de dos cuentos de autores de reconocido prestigio en el mundo de la LIJ, Andrés Guerrero y Roberto Santiago, y está ilustrado por Marta Chicote, que realiza unas agradables láminas en tonos suaves llenos de pequeños detalles que reflejan vivencias de los personajes de ambas historias. Son un buen complemento para el texto.
En la primera narración, Una palabra mágica, su protagonista nos cuenta, desde la perspectiva que da la edad, un accidente de moto que tuvo con doce años. Era un niño que no sospechaba que las imprudencias se pagan, que se creía invencible y que aquella tarde, en la que quiso impresionar a la chica que le gustaba, le traería consecuencias de por vida.
Con serenidad y reflexión, el texto fluye con naturalidad para hacernos ver que los miedos existen, los peligros también, pero que ante todo ello hay que ser cuidadoso y algo temeroso, pero no vivir angustiados eternamente.
La segunda historia, La primera estrella de la noche, es muy emotiva. Se ambienta en un hospital donde se recupera un niño que deberá vivir, a partir de ahora, sentado en una silla de ruedas. Sus apreciaciones sobre los adultos, las relaciones más paternalistas que afectivas, las falsas promesas y esperanzas que no se podrán cumplir, chocan con la realidad y la naturalidad de Estrella, la enfermera jefe del servicio de noche, que es la más sincera de sus interlocutores.
Esta le da la clave para seguir unidos una vez abandone el hospital, diariamente, debe buscar la primera estrella de la noche, la misma que ella observará desde su puesto de trabajo para no olvidarse de él. La completa identidad de la enfermera no se hace presente hasta el final del relato, dotándolo, entonces, de pleno significado.
Ambas historias pretenden educarnos en educación vial, sensibilizarnos con las víctimas de accidentes de tráfico y hacernos partícipes del valor necesario para enfrentarnos a la vida cuando sufrimos un demoledor percance.
Libros como este acercan a los pequeños lectores,
por medio de las palabras y de las imágenes, las consecuencias de los
accidentes que se producen en las carreteras.
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