Los forasteros del tiempo 9: La aventura de los Balbuena con los inventores del fútbol
Texto : Roberto Santiago
Ilustración: Carlos Lluch
Editorial SM
ISBN: 9788413185286
272 páginas (+ 9 años)
11,95 €, 2020.
Por José R. Cortés Criado.
“La suerte es cuando se juntan las líneas de la oportunidad y la preparación.” Roberto Santiago: Los forasteros del tiempo 9: La aventura de los Balbuena con los inventores del fútbol.
En esta ocasión Carlos Santiago une los superhéroes de sus dos famosas sagas en un libro. Por un lado los Balbuena que con sus piedras mágica son capaces de viajar por el espacio y el tiempo cada vez que les cae un rayo encima; por otro, el gran equipo de fútbol de Soto Alto.
Primero, los Balbuena y compañía aterrizan en Londres, concretamente en el barrio de Covent Garden, frente a la taberna The Freemason’s Arms, el día 8 de diciembre de 1863, cuando la Footballs Association acuerda las trece normas del fútbol moderno.
Qué locura para estos viajeros, sobre todo para los amantes del fútbol y para Susana que sabía de todo y mucho. Se sienten felices de asistir a tan importante hecho, conocen a los fundadores de la FA, hacen comentarios sobre las normas, algunas hoy obsoletas, que los presentes no entienden.
Bastante tiene la FA con haber conseguido poner a todos los clubes de fútbol de acuerdo en algunas normas para que el juego sea elegante y respetuoso. Hasta ahora no habría normas, algunos no terminan de aceptarlas, otros dejan el fútbol y se dedican a otros deportes como el rugby.
Pero todo no iba a ser celebraciones y alegría, también conocieron a Las Ratas, una banda juvenil que tiene aterrorizada a la ciudad. Ellos imponen sus normas, roban, engañan y mienten, solo responde ante su fundador, que no es otro que el jefe de la policía.
Así que las Ratas secuestran al padre de Sebas y a su vecina Mari Carmen, quieren robar los almacenes donde se guardan las prendas del famoso centro comercial Harrods, quedarse con todo y arrasar lo que les venga bien.
Ante tanta tropelía los Balbuena no se iban a estar quietos, así que a Sebas no se le ocurre otra cosa más que invitarlos a acabar con sus fechorías por medio de un partido de fútbol. Si ganan las Ratas, se quedan con los adultos secuestraos y todo lo demás; si pierden, deben dejarlos en libertad para poder regresar a sus casas.
Y como ellos no saben jugar al fútbol, pero Sebas conoce a un equipo muy bueno, los Futbolísimos, deciden acudir al Madrid actual para traerlos con ellos a Londres de la época victoriana y celebrar el partido.
Con muchos problemas, casi siempre son de logística, llegan a Madrid y vuelven; aunque antes de llegar a su destino pasan por Normandía, justo el día del desembarco de las tropas aliadas; por fin llegan y tras presentaciones y aclaraciones deciden jugar, peros Las Ratas no tiene normas y se dedican a golpear a los oponentes.
Cuando ya no pueden más, Sebas pone en práctica ideas suyas, como conectar los móviles para que suene la mítica canción We are the champions, que desconcierta a todos, aunque la mayoría quieren conseguir un móvil y les destrozan los suyos a los Futbolísimos. Al final, consiguen ganar con su astucia e inteligencia practicando un juego en equipo que confunde a los rivales y, siempre, con buenas formas.
Los personajes de Carlos Santiago siguen mostrando su buenos valores morales, la empatía que sienten por los demás, la igualdad entre ellos, su generosidad y su buen hacer, reafirmándolos como unos protagonistas muy especiales, de ahí su buena aceptación entre los miles de seguidores que tienen.
La idea de este crossover le surgió al escritor cuando escribió el volumen 7 de Los Futbolísimos. El misterio del penalti invisible.
El texto se ve acompañado de las buenas y conocidas ilustraciones de Carlos Lluch, que con ese aire entre el cómic de siempre y el manga japonés nos muestran unos personajes estupendos.
Seguro que será un éxito, como todos los libros de ambas sagas; reúne todos los ingredientes para serlo: lectura fácil, algunos capítulos reflejados en cómic, aventura sin descanso, intriga hasta el final, convivencia a prueba de bombas, diversión segura y pena por llegar al final de la historia.
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