Texto: David
Hernández Sevillano
Ilustración:
Maite Mutuberria
Editorial
Kalandraka
ISBN:
978-84-1343-018-8
150 x 235 mm,
64 páginas
14 €, (+ 8
años, 2020.
Por José R.
Cortés Criado.
“Hay un árbol /
de flores para afuera, / y hay un árbol / de tierra para adentro.” David
Hernández Sevillano: Arbolidades.
Abrir este
poemario es adentrarnos en un bosque muy especial, donde numerosos árboles nos
dan la bienvenida y nos llevan entre palabras sonoras de rama en rama y nos
hace sentir olores, sensaciones de frescor y disfrutar de una inusual belleza.
El lector
conocerá grandes árboles como el ciprés o la secuoya, frente a otros diminutos
como los bonsáis. Los árboles nos son presentados con sus nombres, algunos
llamativos, baobad; otros, rotundos, como el roble; los hay más raros, como el
enebro; y negros como el ébano o sonoridad en su nombre como el melojo.
A los conocimientos
del medio donde habitan los árboles, se suma una perfecta observación del
entorno, que incluye los árboles, sus ramas, sus hojas, los insectos que los
recorren, los pájaros que anidan y hasta el futuro que le aguarda a sus maderas.
Y todo ello
envuelto en un halo de serenidad que te mece entre página y página a la sombra
de un buen árbol, escuchando el trino de alguna ave, el zumbido de algunos
insectos y la suavidad de un airecillo que te puede transportar hasta ese árbol
de mar en cuya copa anidan sirenas, pulpos, peces, delfines…
Sobre todo el
lector descubre en estos versos el ciclo de la vida a lo largo de las
estaciones, nos hablan de semillas, la luz, la lluvia y la tierra, elementos
necesarios para que la vida de cualquier planta continúe.
Así como nos
recuerda que hay maderas que lleva la música dentro, como el ébano con el que
se fabricó el oboe; o como el enebro que una vez transformado en marioneta
salta, brinca, baila por las calles y plazas.
Los treinta y
cinco poemas de este libro juegan con las palabras para agradarnos el oído; por
eso, Daniel Hernández Sevillano crea sutiles imágenes literarias, se aventura
con la belleza de las palabras, con las antítesis, con el juego, con la
fantasía y nos conduce a un bosque que se transforma en un lugar ideal para
jugar o para vivir, mientras rememoramos vivencias y deseamos conocer esas arbolidades
tan asombrosas.
Buena muestra
poética que se acompaña de láminas que recuerdan los cuadernos de campo de los
científicos, en las que disfrutamos de un colorido arbóreo, de la ingravidez de
algunas hojas, de los múltiples y coloristas animales que pueblan el escenario,
ya sean pájaros, semillas, hojas o flores.
Este libro
obtuvo el XII Premio Ciudad de Orihuela de Poesía para Niñas y Niños 2019.
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