martes, 23 de junio de 2020

"Cosmic" de Frank Cottrell Boyce

Cosmic
Texto: Frank Cottrell Boyce
Ilustración: Steve Lebron
Editorial SM
Colección Barco de Vapor. Roja.
ISBN: 9788413183145
304 páginas, (+ 10 años)
9 €, 2020.


Por José R. Cortés Criado.

Ir al espacio no es tan fácil como uno de esos videojuegos. Si te mueres, no hay vidas extras”. Frank Cottrell Boyce: Cosmic

Liam es un niño bastante especial, ni solo por tener un buen nivel intelectual, es que tiene una estatura de adulto a pesar de sus doce años, y no solo esto, también tiene barba y el cuerpo cubierto de bello, así que parece un adulto de treinta años pero con mentalidad infantil.

En el colegio le pasa de todo por ser tan grandote y no encajar con sus compañeros, es motivo de burlas por eso y por su inteligencia y está algo cansado.

Su mejor amiga, Florida, es una fiel compañera de aventuras, a veces se hacen pasar por padre e hija a pesar de ser compañeros de clase, aunque su falta de madurez le hace actuar como un niño a pesar de querer aparentar ser adulto.

Para compensar sus carencias echa mano de un manual que se compró su padre para aprender a tratar con un adolescente; a pesar de todo echa en falta a su padre en determinadas situaciones.

Cierto día se fue con su amiga a un concesionario de coches de alta gama y fingió querer comprarse un coche, todo fue como la seda mientras charlaba con el vendedor y este intentaba convencerlo de la compra, hasta que le dio las llaves y lo animó a darse un paseo. Florida se descompuso, menos mal que apareció el padre de Liam, taxista de profesión, y evitó que arrancase el motor. El chico nunca manejó un coche.

Pero, anécdotas aparte, lo mejor fue cuando fue seleccionado como un padre ideal para visitar el nuevo parque de atracciones de China. La invitación era para el padre y el hijo; fueron seleccionados cuatro candidatos, como él no tiene hijos, apunta a su amiga como tal.

La trama continúa con la visita a tan singular parque donde padres e hijos tienen que realizar determinadas actividades. Los seleccionados son muy diferentes, desde niños prodigios hasta súper millonarios. Todos con ganas de acceder a la mejor atracción del parque, que te lleva a dar una vuelta por el espacio.

La directora les comunica cierto día que al espacio viajarán los cuatro niños y un padre, que deberá ser elegido por los pequeños. Liam no sale elegido en un principio y está dispuesto a no poner en riesgo a su amiga si él no viaja, pero al final lo consigue.

Las vicisitudes del viaje, los múltiples problemas, casi todos derivados de la actuación de cinco niños en una nave espacial, aunque uno intente parecer adulto, ocupan buena parte de la historia, y lo más sorprendente es la hazaña que llevan a cabo, que será descubierta años más tarde para asombro del mundo.

Entretenida historia cargada de humor que nos lleva de aventura en aventura gracias a la ciencia ficción. Hay muchos datos sobre la Luna, los viajes espaciales, el cuarto hombre que pisó la Luna..., en fin, que pasas un buen rato leyendo esta disparatada historia.

Los pequeños lectores disfrutarán de ella, entre otras cosas, porque se hacen referencia a videojuegos y sus protagonistas utilizan sus habilidades con los vuelos o batallas virtuales para enfrentarse a los mandos de la nave espacial y a sus maniobras.

Así que ánimo y a leer esta aventura del viaje espacial que asombra al mundo porque ni rusos ni americanos confirman que hayan lanzado una nave tripulada, en esta ocasión son los chinos los que llevan a cabo esta hazaña.

El libro tiene pequeñas ilustraciones de Steven Lenton en blanco y negro que acompañan los títulos de cada capítulo. Además de cohetes, cascos, perritos de salchichas, estrellas, satélites, planetas...destaca un San Cristóbal que siempre lleva su padre en el 
salpicadero del taxi y que en esta ocasión fue en el cuadro de mandos de la nave espacial.

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