Abdel
Texto: Enrique Páez
Ilustración: Ana C. Allepuz Palau
Colección Barco de Vapor. Serie Roja
ISBN 9788467577853
120
páginas, (+ 10 años)
9 €, 2019
Por José R. Cortés Criado.
“Vivo en un cementerio, aunque no soy un muerto. Tampoco
el enterrador. Soy un hijo del desierto, escondido entre las tumbas de
Marbella.” Enrique Páez: Abdel.
Hace veinticinco años Enrique Páez publicó esta novela
juvenil, con una dedicatoria que sigo teniendo mucha actualidad: “Dedicado a
los culpables de nacer en otro sitio” y acaba de salir al público su edición
número cuarenta y cuatro.
Este libro tiene tres voces narrativas. La primera a la
que se enfrenta el lector es la de una educadora social que trabaja en un
centro de menores en la provincia de Málaga, ella nos informa de que lo que se
va a leer es el relato autobiográfico real de un chaval saharaui que está en España
de forma irregular.
La segunda voz es la que ocupa la mayor parte de texto,
es la de Abdel, un chico que ha ido escribiendo en un cuaderno rústico, forrado
de piel de cordero, todo cuanto le aconteció en su corta vida.
La tercera es la de la editora que certifica que el texto
es veraz y que se basa en un hecho concreto, pero que como ese, la editorial ha
localizado más casos, con lo cual da credibilidad al texto como autobiográfico.
Abdel es saharaui, su madre murió en la ciudad de Hauza cuando
las tropas marroquíes levantaban un muro para aislarla del resto de Sahara y
destruyeron su vivienda; desde entonces padre e hijo son trashumantes. En sus
desplazamientos con el ganado, el chico siempre llevaba libros de un conocido
de la familia que poseía una gran biblioteca en lengua castellana. Así aprendió
a leer y escribir en castellano.
Cierto día el padre le propuso marchar a España, país
hermano, donde vivirían mejor que en el desierto. La primera parte del libro se
ocupa del viaje de ambos desde el desierto hasta llegar a la costa de Tánger, el
desplazamiento tuvo algunas complicaciones, pero las mayores llegaron cuando se
enfrentaron al mar Mediterráneo.
Atravesaron el estrecho de Gibraltar en una barca de
pesca junto a muchos otros, el joven detalla los pormenores en el barco y los sinsabores
que padeció hasta llegar a una playa de Tarifa, Cádiz y de ahí al campo huyendo
de la policía española.
Trabajan de forma ilegal en la construcción, son
explotados y utilizados en otros asuntos ilegales, por lo que el padre termina
en la cárcel sin culpa alguna; el chico huye y se las ingenia para demostrar la
inocencia del progenitor, pero nada es tan fácil como él piensa, ni el
progenitor acepta las ideas de su hijo.
Sobrecogedora historia escrita con tal verosimilitud que
el lector termina por aceptar que Abdel existe y está en un centro de acogida
esperanto una oportunidad para formarse y vivir dignamente.
La habilidad narratoria de Enrique Páez hace que esta
novela corta se lea de un tirón y que el lector sienta los padecimientos del protagonista
como si de alguien cercano se tratase.
Estupenda historia que sigue siendo muy actual puesto que
migrantes siguen llegando de forma ilegal a nuestras costas, hoy no solo del Magreb
sino de otros pueblos subsaharianos mucho más alejados de Europa.
La trama mezcla los problemas del Sahara con Marruecos,
la vida de los tuaregs, la emigración ilegal, el tráfico de seres humanos, la
explotación de los ilegales en España, el tráfico de drogas, la solidaridad
entre los jóvenes, las esperanzas puestas en un centro de acogida para el buen
futuro de un joven y, sobre todo, el sacrificio de un padre para que su hijo
viva mejor que él.
Bravo por esta nueva edición y larga vida a un libro tan
interesante como este.
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