La intermitencia
Texto: Andrea Camilleri
Colección Narrativa
ISBN 978-84-9838-902-9
Rústica con solapas
192 páginas, 15 €
2018.
Por José R. Cortés Criado.
«Fue entonces cuando tuvo la desgarradora certeza de la proximidad de su
muerte.» Andrea Camillero: La intermitencia.
El siciliano Andrea Camillero es el creador del comisario
Salvo Montalbano, protagonista de las veintisiete novelas que conforman una
colección. Hoy es el escritor más popular de Italia y uno de los más leídos de
Europa. En 2014 fue galardonado con el IX Premio Pepe Carvalho.
En esta novela, nos lleva a la Italia actual, afectada por la crisis y se adentra en las altas finanzas de mano de un director general de gran firmeza, diplomacia y ferocidad en su cargo, para el que todo vale para alcanzar sus objetivos económicos.
No duda en sacrificar a quien haga falta con tal de conseguir lo que se propone, eliminar rivales, tener asalariados muy dóciles, firmar documentos paralelos y jugar sucio cada vez que sea necesario.
Su matrimonio es insulso. El adicto al sexo, ella con pocas luces y muchos caprichos. Sus relaciones son de apariencia ante los demás; ella tiene como amante al hombre de confianza de su marido en la empresa.
Entre enredos de cama, sospechas amorosas, secretaria madura que es deslumbrada por un joven que aparenta lo que no es, compraventa de empresas en quiebra con sobrecostes, sospechas varias entre tiburones de las altas finanzas, líos de familias, sabotaje a huelgas de obreros, despidos masivos...transcurre la trama.
Toda una serie de ingredientes para dar consistencia a la historia y tener al lector ocupado en sospechar qué ocurrirá dos más páginas más adelante. Toda la tarde la pasé esperando que confluyeran todos los frentes abiertos y se produjese un desenlace de órdago, pero el final es sosegado y rápido.
El lector conoce cómo son las relaciones humanas a ciertos niveles, qué importancia le dan los gigantes de las finanzas a sus propios bolsillos aunque alardeen de preocuparse por las personas y las tristes consecuencias de la crisis económica.
Pinceladas de la forma en que los tiburones financieros quieren eliminar la influencia de los movimientos obreros, promoviendo sindicatos independientes que dependen de ellos, jugando sucio cuando hace falta mientras se declara lo contrario y llevando a cabo acciones deshonestas.
También se ve cómo los hijos de los grandes empresarios ocupan cargos sin capacidad alguna, se siente infravalorados y cuando actúan lo hacen con desatino. Y por otra, cómo los más agresivos de puertas adentro obligan a los que tienen bajo su control a hacer lo que les venga bien a ellos y salen libres de sospechas ante cualquier contratiempo.
A todo esto hay que añadir que este ejecutivo de cuarenta y dos años tiene un cerebro viejo y sufre ausencias, “apagones neurológicos” según el neurocirujano, pero no le impide seguir la luchando con todas las triquiñuelas posibles para mejorar su cuenta bancaria en momentos tan complicados para la economía, según él y sus amigos.
Todos los excesos cometidos amparados en la crisis están presentes en esta novela de muy buen ritmo, con unos personajes muy bien dibujados, donde imperan los instintos básicos de los protagonistas, verdadero motor de sus vidas: poder, dinero, deseo, odio, venganza y ningún miramiento hacia el débil, sino todo lo contrario.
Sin duda la obra es un alegato contra los triunfadores de siempre, esos que pasan por encima de quien haga falta con tal de conseguir el éxito. Los diálogos son muy interesantes y sirven para retratar a todos los personajes.
Muy buen “thriller” donde la acción no descansa, las comparaciones tampoco, y el lector se siente atrapado viendo personajes tan reales como la vida misma.
En esta novela, nos lleva a la Italia actual, afectada por la crisis y se adentra en las altas finanzas de mano de un director general de gran firmeza, diplomacia y ferocidad en su cargo, para el que todo vale para alcanzar sus objetivos económicos.
No duda en sacrificar a quien haga falta con tal de conseguir lo que se propone, eliminar rivales, tener asalariados muy dóciles, firmar documentos paralelos y jugar sucio cada vez que sea necesario.
Su matrimonio es insulso. El adicto al sexo, ella con pocas luces y muchos caprichos. Sus relaciones son de apariencia ante los demás; ella tiene como amante al hombre de confianza de su marido en la empresa.
Entre enredos de cama, sospechas amorosas, secretaria madura que es deslumbrada por un joven que aparenta lo que no es, compraventa de empresas en quiebra con sobrecostes, sospechas varias entre tiburones de las altas finanzas, líos de familias, sabotaje a huelgas de obreros, despidos masivos...transcurre la trama.
Toda una serie de ingredientes para dar consistencia a la historia y tener al lector ocupado en sospechar qué ocurrirá dos más páginas más adelante. Toda la tarde la pasé esperando que confluyeran todos los frentes abiertos y se produjese un desenlace de órdago, pero el final es sosegado y rápido.
El lector conoce cómo son las relaciones humanas a ciertos niveles, qué importancia le dan los gigantes de las finanzas a sus propios bolsillos aunque alardeen de preocuparse por las personas y las tristes consecuencias de la crisis económica.
Pinceladas de la forma en que los tiburones financieros quieren eliminar la influencia de los movimientos obreros, promoviendo sindicatos independientes que dependen de ellos, jugando sucio cuando hace falta mientras se declara lo contrario y llevando a cabo acciones deshonestas.
También se ve cómo los hijos de los grandes empresarios ocupan cargos sin capacidad alguna, se siente infravalorados y cuando actúan lo hacen con desatino. Y por otra, cómo los más agresivos de puertas adentro obligan a los que tienen bajo su control a hacer lo que les venga bien a ellos y salen libres de sospechas ante cualquier contratiempo.
A todo esto hay que añadir que este ejecutivo de cuarenta y dos años tiene un cerebro viejo y sufre ausencias, “apagones neurológicos” según el neurocirujano, pero no le impide seguir la luchando con todas las triquiñuelas posibles para mejorar su cuenta bancaria en momentos tan complicados para la economía, según él y sus amigos.
Todos los excesos cometidos amparados en la crisis están presentes en esta novela de muy buen ritmo, con unos personajes muy bien dibujados, donde imperan los instintos básicos de los protagonistas, verdadero motor de sus vidas: poder, dinero, deseo, odio, venganza y ningún miramiento hacia el débil, sino todo lo contrario.
Sin duda la obra es un alegato contra los triunfadores de siempre, esos que pasan por encima de quien haga falta con tal de conseguir el éxito. Los diálogos son muy interesantes y sirven para retratar a todos los personajes.
Muy buen “thriller” donde la acción no descansa, las comparaciones tampoco, y el lector se siente atrapado viendo personajes tan reales como la vida misma.
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