María Zambrano. La música de
la luz
Texto: Luisa Antolín
Ilustración: Antonia Santolaya
Colección Libros para crecer en
igualdad
ISBN 9788493617868
230 x 285 mm, 30 páginas,
14,50 €, (+ 7 años) 2009.
Ambas autoras acercan la figura de la pensadora andaluza
a los pequeños lectores. El primer capítulo está dedicado a su nacimiento en
Vélez-Málaga, pueblo de sur de España, donde vio la luz por primera vez en una
casa con un limonero en el patio hasta donde llegaban los cantes flamencos de
la taberna cercana.
Sus padres, maestros se trasladaron a Madrid, donde nació
su hermana Araceli; ambas hermanas fueron inseparables a lo largo de sus vidas.
Las dos amaban los gatos por demás, sobre todo Ara.
Blas y Araceli, los padres de María enseñaron a sus hijas
a mirar, ver y escuchar, ya sea un geranio, la luna o el viento.
María siempre necesitaba más información, de su boca
salía un por qué detrás de otro: ¿por qué el cielo es azul?, ¿por qué tenemos
miedo a la oscuridad?, ¿por qué a veces los gatos te arañan cuando los acaricias?...
Así que decidió estudiar Filosofía el primer año que
admitieron a chicas en la universidad. Ella que amaba saber, eligió la carrera
cuyo nombre significa en griego “amor a la sabiduría” y desde entonces se
dedicó a conocer y estudiar las respuestas que otras personas dieron a sus
dudas.
Allí aprendió a estudiar, analizar, observar, y sobre
todo, que si quería cambiar las injusticias que veía a su alrededor debía
actuar. Le gustó aquello de pan y libertad que dijo García Lorca.
Cuando los sublevados dieron el golpe de estado en España
ella se encontraba en el extranjero y
decidió volver a su patria para luchar con sus armas, las palabras, en defensa
de la República.
Finalizada la guerra hubo de marcharse al exilio como
gran parte de la intelectualidad de su época, tuvieron que pasar cincuenta años
para que María Zambrano volviese a España tras un exilio inmenso, como decía
ella. Su vida transcurrió entre Francia, México, Cuba, Puerto Rico, Francia,
Italia, Suiza y vuelta a España.
María siempre buscó respuestas a sus dudas porque “la
palabra saca las cosas del silencio”. Fue filósofa y poeta, o mejor dicho, una
filósofa poeta y eso la hizo única y especial. Decía que cuando buscamos
respuestas lo hacemos con la palabra de la poesía.
También decía que existe una música lejana, una razón
poética oculta tras las sombras, que solo podemos escuchar abriendo bien los
ojos, los oídos y el corazón.
El texto se acompaña de unas vistosas ilustraciones de
gran modernidad, tanto por el colorido como por las formas de las figuras que
nos acercan a la filósofa y nos ayudan a comprender su mundo íntimo, su
pensamiento, ya sea mostrándonos a una niña sobre la cresta de una ola
observando con un catalejo, rodeada de gatos o pensando en España. Son un
acierto estos dibujos para complementar el texto.
Palabras e imágenes conforman este bonito libro que
acerca a tan singular pensadora a los pequeños lectores y a los mayores, a
quienes hará reflexionar sobre la palabra y su importancia en la vida cotidiana
para pensar, contar, entender y comprender nuestra existencia.
La segunda parte del volumen se titula “María Zambrano.
The Music of Light”, que es la traducción de la primera parte al inglés.
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