Lo que vuelve a casa (y
otros árboles)
Texto: Nieves Rodríguez
Rodríguez
Ilustración: Teresa Novoa
Editorial Anaya
Colección Sopa de Libros
Teatro
ISBN 978-84-698-4707-7
130 x 200 mm, 80 páginas
9,90 €, (+ 12 años) 2018.
Por José R. Cortés Criado.
Nieves Rodríguez Rodríguez
es dramaturga e investigadora de la Compañía Txanka Kua (Laboratorio para
nuevos lenguajes tecnológicos) de Málaga escribió esta pieza teatral después de
leer una noticia sobre el secuestro que llevó a cabo el grupo terrorista Boko
Haram en 2014 en Nigeria.
Se basa en un error de
cálculo, pues las noticias dicen que fueron secuestradas 276 estudiantes, de
ellas, 57 lograron escapar a las pocas horas, dos años más tarde liberaron a 21
y en la actualidad siguen cautivas 196. ¿Dónde están las dos que faltan?
La autora imagina dos niñas de diferentes
continentes y cultura; una es Alika, cuyo nombre significa “la más hermosa de
mi padre”, vive en una aldea, sueña con el maíz, quiere vivir en paz y ser
feliz con los suyos, pero el destino no lo quiso. Fue secuestrada por unos
hombres malvados mientras estaba en la escuela.
Vega, cuyo nombre significa extensión de
tierra fértil también va a la escuela, vive en una ciudad y es distinta a las
demás, le cuesta hacerse a las clases y sueña con su tirachinas, mientras
piensa en las líneas imaginarias de las que le habla la maestra.
Las primeras escenas son para Alika, ella
nos cuenta cómo era su vida, su escuela y lo que sucedió el día que las
raptaron y su huida del camión donde la trasportaban.
Las siguientes son para Vega, está en su
colegio, con la cabeza en otro sitio cuando ve humo y nota que hay un incendio
en el colegio, salta de su tirachinas y cae cerca de un árbol.
Allí están las dos protagonistas, y curiosamente,
en su hueco tronco ambas se entienden a pesar de hablar leguas diferentes. Una
vez que ambas se reponen del susto corren siguiendo las huellas de un camión,
ya no se entienden, pero ambas comprenden lo que le sucede a la otra; lasa dos
anhelan volver a su casa.
Al final llegan a la aldea de Alika. Vega
cogió su tirachinas y apareció en su colegio, donde un cubo de la basura se prendió
fuego. Ambas contaron a sus familias las vivencias que compartieron en el árbol,
pero nadie las creía.
Con ese salto espacio temporal, la autora lleva
al público a compartir los problemas que afectan a las niñas, ya sea en África
o en España y nos hace reflexionar sobre los problemas de ellas según el lugar
donde tengan la suerte de nacer.
Al final del libreto, hay escrita cuatro formas
de regar un árbol a modo de sugerencia. La primera hace referencia a la acción
y pide a los lectores que piensen cómo dotar de acción a esas narraciones que
hacen las protagonistas.
La segunda recuerda que todos los textos
están inacabados y pide otro final para Alika y Vega. La tercera hace
referencia al mensaje, abrazar un árbol, aconseja hacerlo en el cole y colgar
en sus ramas nuestros mejores deseos. La cuarta solicita una reflexión sobre la
violencia, el terrorismo, lo que supone ser niña y por qué se rompen los
sueños.
Esta obra de teatro intenta hacer pensar a los jóvenes lectores sobre los problemas de las niñas, sobre todo
cuando hay conflictos por medio o intransigencia por parte de algunos sectores
de la población.
Realidad y fantasía viajan por un mundo sin
fronteras donde la convivencia y las relaciones humanas están por encima de
ideales políticos, religiosos o intereses económicos.
El libro está ilustrado por Teresa Novoa
que realiza unos dibujos en tonos negros y rojo dotados de fuerza y belleza, como
el campo de maíz o el mapamundi sobre las huellas del caminó en el barro.
Un acierto de libro que, entre otras cosas,
servirá para fomentar el gusto por la escena en las aulas, al margen de la
convivencia, amistad y deseos de un mundo mejor por parte de todos.
Esta obra ha sido galardonada con el XVIII
Premio SGAE de Teatro Infantil en 2017.
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