Una casa para Tom
Texto e ilustraciones:
Leo Timmers
Álbumes Ilustrados Castellano
ISBN 97884914221306
215 x 305 mm, 48 páginas,
Primeros Lectores,
15,95 €, 2018.
15,95 €, 2018.
Por José R. Cortés Criado.
Tom es un gato que vive felizmente en una hermosa casa y
apenas sale a la calle, pero cada vez que veía a la mariposa Vera revolotear
cerca de la ventana de su hogar sentía ganas de correr con ella.
Así que aquel día aceptó jugar al pilla pilla con Vera y la
siguió desde el suelo mientas ella hacía acrobacias en el aire, fue una
experiencia maravillosa, pero cuando se cansó y quiso regresar a su agradable
morada no sabía dónde estaba.
Vera siguió su vuelo sin percatarse de nada y Tom deambuló
por la ciudad conociendo otros ambientes, otros peligros y otros compañeros de
fatiga. Cuando asumió que había perdido su casa para siempre buscó donde cobijarse
y vio casa pequeñas, altas, bajas, seguras, adosadas…pero ninguna es como la
suya.
Como todas tenían algún problema sus nuevos y callejeros
amigos lo llevaron donde vivían Vera y sus hermanas y cuando la vio siguió
jugando al pilla pilla con ella hasta que sin darse cuenta llegó a su lugar de origen.
Entretenida historia en la que nos deja de lección el que no
debemos alejarnos de nuestro entorno conocido si no queremos correr riesgos
innecesarios, y otra más, que los amigos están para las duras y las maduras; si
tenemos un amigo, tenemos un tesoro.
Leo Timmers nos acerca con el texto y con la imagen a ese
mundo donde Tom es feliz, siendo el gato, sus amigos y las mariposas los
protagonistas de la historia. Únicamente hace una pequeña aparición una niña
que se supone es la propietaria del gatito.
La trama se desarrolla en la ciudad, comenzando y finalizando
en la ventana de un altillo, lugar por donde sale y entra Tom; además de
transcurrir por los tejados inclinados, lo hace a pie de calle, ya sea
observando un nido sobre una farola, durmiendo sobre una rama de un árbol, en
un cubo metálico de basura o en medio de una nube de mariposas anaranjadas en
un parque urbano.
Las imágenes reflejan el entorno urbano lleno de señales y
mapas que un gato no sabe interpretar, por ello anda perdido. Lo mismo le ocurriría
a una personita desconocedora de ese lenguaje cifrado.
Me ha gustado este cuento donde la diversión da paso a la
preocupación y tiene un final feliz.
Las ilustraciones en color sobre fondo blanco complementan adecuadamente
el texto; son de tal realismo que parece que los protagonistas pueden salir del
libro en cualquier momento.
Si quieres conocer otro libro de Leo Timmers pincha cobre su título, Cuervo.
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