El árbol de los sueños
Texto: Fernando Alonso
Ilustración: Emilio Urberuaga
Colección Siete Leguas
ISBN 978-84-8464-372-2
150 x 235 mm, 128 páginas
(+ 7 años), 14€,
2018.
Por José R. Cortés Criado.
Fernando Alonso escribe con suma maestría este maravilloso
cuento lleno de lirismo y una sensibilidad especial hacia lo diferente, lo
novedoso, lo humano, en suma hacia esa parte de los seres humanos que nos hace
ser mejores personas.
No dejé de asombrarme con las siete máscaras que escribe un
escritor llamo Huvez en defensa de un señor que escribía sobre los árboles. No
puede consentir que ese colega suyo sea sancionado por ese motivo. Huvez es el
narrador del libro.
Las seis primeras están dirigidas al abogado defensor del
acusado y al juez de instrucción que lleva el caso. La última es la que aclara
un malentendido surgido por la información publicada en un periódico que
originó esta serie de cartas defensoras.
Capítulo a capítulo, o careta a careta, como lo titula su
autor vamos a conocer historias diferentes que tiene como protagonista al
árbol.
La primera es una tierna historia de amor de un árbol que
queda fascinado por la presencia de una niña hermosa, hace todo lo posible e
imposible por conquistarla, ya sea desarrollando una nueva hoja o un perfume
agradable, pero ella no entiende el lenguaje del árbol y termina enamorándose
de un chico de su edad. ¡Qué tristeza la del árbol no correspondido!
Otra historia tiene que ver con un semáforo de barrio que
cree que con el tiempo progresará y lo llevarán al centro de la ciudad. Cuando
controla su entorno, se siente parte de él, maneja sus flujos eléctricos a su
capricho, lo de que verdad desea es ser un árbol y al final lo consigue aunque
no me imaginaba que lo haría como nos lo cuenta Alonso.
La siguiente tiene que ver con un cerezo bonsái que se cree
el rey de la creación porque es el árbol, preferido del dueño del invernadero;
más querido que su propio hijo. Pero no todo es felicidad, el pobre conoce
tiempos peores y la vida le cambia y sus pensamientos también; llega a sentirse
engañado y piensa envenenar a todo el que se acerque aunque encuentra otra
solución para librarse de su maldad y de la rigidez que le imponen los alambres,
dando rienda suelta a su tamaño natural.
El árbol de los sueños es la última historia, es muy bella.
El árbol surge de la semilla que el loro de un capitán de barco dejó caer en
una esquina de un jardín y se pasa la vida soñando con volver allende los mares
junto a otros árboles de su especie, todo lo que hace tiene ese objetivo, hasta
que escucha una conversación que le hace repensar su vida.
Todas las historias tienen una idea común, se trata de
alcanzar la felicidad y mejorar en la vida. Todos los árboles tienen
sentimientos muy humanos, su buena voluntad y sus ganas de vivir intensamente
los hacen ser mejores personas.
Huvez, el protagonista, ese escritor que es incapaz de
romper el hechizo de la página en blanco, se arranca a escribir sin freno cuando
encuentra un tema interesante, defender al hombre que escribía sobre los
árboles.
Ahora le ha vuelto la imaginación y le afloran sentimientos
íntimos de ternura, amor, emoción, envidia, soberbia, humildad… en dosis
similares componiendo historias con altibajos emocionales pero todas con una
gran carga afectiva.
Gracias, Fernando Alonso, por escribir unas historias tan
tiernas.
El libro está ilustrado por Emilio Urberuaga con imágenes
en blanco y negro y otras a todo color. Estas últimas muy llamativas y fieles
reflejos de las intenciones del texto; y todas ellas con la marca de su estilo
inconfundible.
Hay láminas con una buena carga de magia como en la que se ve el dragón, el caballero y el unicornio una noche de luna llena, la de los acantilados o la del bonsai cuando deja de serlo.
Si quieres conocer Rumbo a Marte, otro libro de Fernando Alonso pincha sobre el título.
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Gracias por compartir tu imágen mental del libro. Aprecio mucho los adjetivos que usaste para describir los pensamientos de Huvez. Me maravillo de tan hermoso libro. Me conmueve la historia del hombre que deseaba escribir sobre un libre probablemente más duradero que él, excelente nido y ancla para el autor Fernando Alonso.
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