Vamos a la fiesta de Guido Van Genechten

Vamos a la fiesta.

Texto e ilustración de

Guido Van Genechten 

Editorial Edelvives

Colección ¡A observar!

21x22 cm, 18 págs.

ISBN 978-84-263-9162-9

Por José R. Cortés Criado.

Guido van Genechten en este segundo volumen de la colección ¡A observar! Nos presenta otra colección de simpáticos animalitos en posturas diferentes y algunos con cierta peculiaridad que los distingue de los demás.

Cada doble página presenta varias imágenes de determinados animales: elefantes, pingüinos, cocodrilos, cebras, peces, cerdos pollitos y búhos.

Los textos son breves y platean diferentes preguntas para que los pequeños lectores localicen entre las imágenes ciertas diferencias, así se puede leer: ¿qué elefante es el más grande?, ¿y el más pequeño?, qué pingüino es el primero de la fila?, ¿y el último?, ¿qué cebras están felices? ¿y muy triste?...

Con esta serie de contrarios los pequeños enriquecerán el vocabulario; además hay en cada doble página una pregunta diferente y se refieren a pequeños detalles como saber quién comió chocolate, cuál tiene merienda, quién nada al revés o se ha quedado sin dientes.

Pero siempre hay una pregunta fija: ¿quién va de fiesta?, y ese personaje lleva algún adorno que lo delata: una corona, un regalo, las velas o un gorrito cónico.

Aunque cada página es una reproducción del mismo personaje, no todos son iguales, tienen algo que distingue a uno de otro, su tamaño, su anchura, su posición…, presentando una galería de animales muy graciosos y coloristas; la página que más me llama la atención es la dedicada a los búhos.

Ingenio y color se funden en todas las páginas del álbum que finaliza con la celebración del cumpleaños y la presencia de todos los animales que van a la fiesta con su regalo.

Buen libro, divertido, entretenido, ingenioso y colorista. 

Puede leer otras cuatro reseñas de este mismo autor si pincha aquí.

Advertencia ¡No abras este libro! de Adam Lehrhaupt

Advertencia ¡No abras este libro!
Texto: Adam Lehrhaupt
Ilustración: Matthew Forsythe
Editorial Juventud
ISBN 978-84-261-4038-8
23,5x23,5 cm, 36 pág.
cartoné.







Por José R. Cortés Criado.

La portada ya es un aviso para los lectores, te advierte que no lo abras, pero si lo haces, en las guardas volvemos a leer mensajes similares: este libro es súper peligroso, te muestra el estado en el que quedó el último chico que leyó el libro y te insiste en que no pases la página. Lo mismo se lee en cuatro páginas más, pero como no solemos hacer caso de las advertencias ajenas, seguimos adelante.

Y una vez abierto, aparecen los monos de todo tipo y pelaje, desde el macaco hasta el mandril y se ponen a hacer monerías porque son traviesos, pero la cosa se pone peor cuando llegan los tucanes, y sigue complicándose cuando aparece el caimán.

Para solucionar el conflicto el autor nos pide nuestra colaboración y sí somos obedientes podemos volver a tener tranquilidad y gracias a una trampa encerrar a tan traviesos personajes.

El texto es breve pero las ilustraciones lo complementan muy bien, comenzando a presentarnos los personajes sobre fondo blanco, después lo harán sobre fondos coloreados en tonos claros.

En un principio los monos colaboran con el ilustrador dando a la obra una aire participativo donde todos pueden colaborar en la obra final. Los dibujos son sencillos y llenos de expresividad.

Al final escritor e ilustrado se unen para hacernos partícipes en el desenlace, creando la complicidad necesaria con los pequeños lectores para llegar al final del álbum.

Un libro divertido y lleno de ingenio que desde el título nos incita a la acción.

Feroz, el lobo de Margarita del Mazo

Feroz, el lobo
Texto: Margarita del Mazo
Ilustraciones: Leire Salaberria
OQO editora
Colección Q
ISBN 978-84-9871-498-2
44 págs., cartoné, 22x28cm.
2014.






Por José R. Cortés Criado.

Feroz, el lobo es una historia que encierra varias historias. El protagonista es Feroz, el lobo, que anda desesperado buscando a Caperucita; página a página va preguntándole a todo el mundo pero no recibe información alguna; sí le chillan y lo golpean.

Por el cuento desfilan la abuelita que le atiza con un palo; la mamá de Caperucita, que le lanza una jarra de agua vacía; los tres cerditos, que le tiran un ladrillo; el cazador, que le dispara…, en fin, hay personajes del cuento tradicional y otros que hacen un cameo para este volumen.

Además, en las ilustraciones leeremos los nombres de Blancanieves, los siete cabritos y Pinocho, a este también se le ve pasear por la ciudad.

La historia que recrea Margarita del Mazo es amena, tiene su misterio y, desde el principio, se muestra al lobo como un ser malvado que busca a la infeliz niña porque tiene hambre… pero el final deja sorprendido al lector.

La autora ha querido ajustar cuentas con los personajes tradicionales del cuento para, desde otra perspectiva ofrecernos la imagen de un lobo que lava, plancha, cocina… junto a una Caperucita algo traviesa que lleva sobre su caperuza dos orejitas de loba.

Las ilustraciones de Leire Salaberria están realizadas con pinturas acrílicas, en tonos fríos cuando el protagonista de la página es el lobo; y, en colores cálidos, cuando el protagonismo le corresponde a Caperucita. Las imágenes ayudan a crear esa atmósfera de suspense y temor que atrae al lector, aunque también tienen algunos toques de humor.

Una bella historia que gustará a los pequeños lectores, con unos personajes de tiempos inmemorables viviendo en el siglo XXI.

Retrato de un detective enamorado de Emilio Calderón

Retrato de un detective enamorado

Emilio Calderón

Editorial Anaya

ISBN 978-84-207-8270-6

13,1 x 22,4 cm.

176 páginas.




Por José R. Cortés Criado.

Nicolás debe hacerse cargo de nuevo de la Agencia de Detectives Castor, su padre acaba de contraer segundas nupcias y partir de luna miel. En esta ocasión el joven detective debe enfrentarse al rapto de un gato pintor.

Todo comienza cuando el señor Lechat, propietario de las conservas para gatos Maragato, está a punto de fenecer por la desaparición de su gato Felis, una reencarnación de Vincent Van Gogh.

A lo largo de las páginas el lector va descubriendo cosas insólitas de animales, sobre todo de los gatos pintores. Aunque el protagonista no cree en tales habilidades gatunas, decide aceptarlas cuando ve cuadros pintados por felinos, acude a la consulta de un psiquiatra especializado en el mundo animal, a un galerista de cuadros pintados por gatos o a casa del educador de los gatos pintores.

La trama se desarrolla en Málaga, aunque el desenlace tiene lugar en el sur de Francia, donde se celebraba un encuentro de felinos pintores.

Junto a la desaparición de Felis, se produce un robo en la fábrica de comida para gatos y aparece muerto el cocinero jefe, la trama se complica y ante tanta novedad, Nicolás no sabe cómo resolverá el caso.

Al final se trata de tráfico de hachís, se le daba a los gatos envuelto en látex junto a la comida para poder pasar la frontera francesa, son gatos-mulas en el argot de los traficantes. Esta actividad era para sufragar gastos, porque los verdaderos ingresos provenían de la venta de gatos a los que se les adiestraba en la pintura y se le creaba un falso pasado y del rescate que se pedía tras sus secuestros.

Como en la primera novela con estos personajes, Con los animales no hay quien pueda, el joven hace uso del método deductivo y rinde honor a Sherlock Holmes, además de utilizar la ironía y las comparaciones con el mundo animal para describir a las personas.

Emilio Calderón vuelve a escribir una historia donde se mezcla el humor, el amor, la ironía, el método deductivo, el secuestro y las ganas de vivir.

El joven protagonista narra en primera persona sus peripecias detectivescas y sus experiencias personales tanto en su proceso de madurez como en el descubrimiento del amor. Es una novela amena que atrapa al lector.

La cocinera del rey de Soledad Felloza

La cocinera del rey
Texto: Soledad Felloza
Ilustraciones: Sandra de la Prada
OQO. Clección O
36 págs., cartoné, 25x23 cm.
ISBN 978-84-9871-502-6





Por José R. Cortés Criado.

Un rey tenía una enorme pena, tan grande que no lo dejaba pensar. Las cosas iban mal en palacio y en el reino, andaba solo, no hablaba, no reía y nadie sabía qué le pasaba.

Pero los sabios del lugar dieron con la receta:

“Para una cura segura, aquí está la solución:

pasear tranquilamente le despejará la mente;

ejercicio cada día le dará más alegría;

y que cambie ya de dieta: ¡esa es la mejor receta!”

Por eso convocaron a todos los cocineros del mundo, pero entre ellos acudió una niña, Mencía, que tenía anotadas las recetas de su abuela y cada vez que cocinaba a todos encantaba. Preparó su menú y cuando el rey lo probó la nombró cocinera mayor del reino.

Su menú fue elaborado con frutos de la estación del año, aderezados con productos naturales de uso diario, sin toques exóticos ni extrañas combinaciones, pero sí tenía sus gotitas de ilusión, cariño y alegría, todo guisado a fuego lento.

Con esta historia, la uruguaya Soledad Felloza nos muestra la importancia de las vivencias infantiles, de los recuerdos, de saber disfrutar de las cosas sencillas, de la importancia del interés que ponemos en hacer las cosas y nos adentra en la cocina tradicional, cercana y simple que con tanto mimo han elaborado madres y abuelas a lo largo de los tiempos.

La ilustradora, Sandra de la Prada, ha creado unas sencillas imágenes, luminosas, coloristas que reproducen muy bien el pensamiento de la escritora, nos muestra una gama de colores naturales que le dan frescura al relato.

Mencía, la niña pelirroja, la protagonista, a pesar de su pequeño tamaño destaca por el color rojizo de su pelo y el fucsia de su ropa; el resto de los personajes que la acompañan están muy bien caracterizados; hasta se pueden distinguir los países de origen da cada uno de los aspirantes a cocinero del rey.

Sandra de la Prada ha introducido en el relato algunos animales, que aunque no se citen en el texto, acompañan a la pequeña e incluso tienen la fuerza suficiente como para formar parte del relato, tal es el caso de los dos gatos azules.

Un bello álbum ilustrado que nos retrotrae a la comida tradicional de la mano de las emociones y de los recuerdos. Tiene una estructura similar a los cuentos de tradición oral, la escritora utiliza la prosa para la narración y las palabras rimadas para los diálogos.

Los frikis de la cocina de Audren

Los frikis de la cocina

Texto: Audren

Ilustraciones: Oriol Malet

Edelvives. Serie azul

144 pág., 130x200 mm

ISBN 978-84-263-9175-9



Por José R. Cortés Criado.

Milos vive con su madre y tres hermanos, la mamá no tiene pareja y cada hijo es de un padre diferente y como ella no se quiere sentir atada a ningún hombre, vive sola con sus retoños.

Además es la supermamá superatareada, va todo el día de cabeza, desde que se levanta hasta que regresa a casa por la tarde, entremedias ha llevado a los niños al colegio, ha trabajado, hecho la compra y se dispone a preparar la cena, como todos los días, comida precocinada o congelada.

Ni que decir tiene que los pequeños no están muy contentos, primero por la ausencia de la figura paterna, segundo por lo estresada que está la madre y tercero por la mala cocinera que es la señora.

Milos tiene la suerte de que los miércoles come en casa de un amigo cuyo padre es un magnífico cocinero y ese día disfruta y come una exageración.

Como el plan de comida en casa es el mismo, los dos hijos mayores deciden hacerse cargo de las cenas, las primeras no le salen tan bien, pero la cosa va mejorando, sobre todo cuando la madre conoce un compañero de trabajo, también divorciado con cuatro hijas, al que le gusta la cocina.

La historia está contada en primera persona por Milos, que desde su óptica infantil va narrando las peripecias familiares y los lamentos de cada uno de los cuatro hermanos.

Hay algo de “cocinica” en el texto, pero sobre todo el amor de una madre que quiere ser independiente a pesar de todo e intenta hacer su papel de responsable de la familia lo mejor posible, y de unos hijos que la comprenden y quieren aunque algunas cosas no las entiendan muy bien o no las compartan.

Buena historia familiar que no recoge las vivencias de una familia tradicional al uso, es una familia nueva de las que hoy te puedes encontrar.

Con los animales no hay quien pueda de Emilio Calderón

Con los animales no hay quien pueda

Emilio Calderón

Editorial Anaya

Colección: Espacio Abierto.

ISBN 978-84-207-7516-6 

13,1 x 22,4 cm.

144 páginas.

Por José R. Cortés Criado.

En esta primera novela juvenil, publicada en 1996, Emilio Calderón nos presenta a un joven, Nicolás,  que con quince años se inicia en el mundo de la investigación detectivesca. Su padre, famoso biólogo, considerado sabio por muchas personas, cierto día decidió dedicar su tiempo a recuperar animales perdidos con la ayuda del método deductivo.

La importancia de este método la explica el progenitor apoyándose en el personaje de Voltaire, Zadig, que tras dedicar un tiempo a la observación de los animales y gracias a sus deducciones fue capaz de describir un perro y un caballo que nunca había visto, porque detrás de todo misterio hay una explicación lógica. También se muestra gran admirador de Sherlock Holmes, detective de fama mundial.

La novela comienza cuando Nicolás sustituye a su padre en la Agencia de Detectives Castor durante unas vacaciones de verano y se le presenta su primer caso, recuperar la mofeta perdida de un señor que se dedica a fabricar bombas fétidas con los gases emanados de estos animales.

Después debe averiguar el paradero de un chimpancé muy especial llamado Charlie, desaparecido de su jaula. El animal huyó cuando alguien asesinó al director del zoológico. La particularidad del animal es que se comunica a través del lenguaje de signos con las personas ya que conoce un determinado número de palabras.

A lo largo de la historia se mezclan otras investigaciones, unas relacionadas con las termitas, otras con las pulgas, además conoceremos a sus amigos y veremos cuales son sus gustos e intereses. A lo largo de la historia estará siempre presente la figura paterna y su método deductivo.

Si curioso es el hilo conductor del relato, mayor curiosidad se desprende de la cantidad de datos expuestos sobre el comportamiento de los animales: saber la fuerza que tiene un chimpancé, cómo se doman las pulgas, que un león bien comido es inofensivo, que los monos son muy cotillas o que los pájaros pogardos australianos cuando duermen no hay quien los despierte aunque lo agarres por el gaznate.

La estructura de la obra es lineal siguiendo el modelo de planteamiento, nudo y desenlace; la trama es la propia de las novelas policíacas, aunque también tiene un aspecto divulgativo al acercarnos al mundo animal, y atrapa al lector desde el principio, ya que desea saber cómo se resolverá el caso principal; además, tanto si te interesa la biología como si no, te sorprenderán una serie de informaciones curiosas sobre determinados animales que además les sirven al escritor para definir la prosopografía y la etopeya de los personajes.

Esa mezcla de géneros y de las vivencias de los jóvenes hace que la obra siga teniendo actualidad, porque el hacer bien las cosas, respetar a los animales, saber convivir con los demás, despertar al mundo adulto, madurar a lo largo de una lectura y utilizar el método deductivo en la vida diaria no pasan de moda.

Mucho cuento de Enrique Páez

Mucho cuento

Texto: Enrique Páez


Ilustraciones: Marjorie Pourchet


Editorial OQO

32 págs., cartoné, 22x28cm.

ISBN 978-84-9871-494-4


Por José R. Cortés Criado.

Enrique Páez nos lleva a un cuento lleno de cuentos. Se trata de un relato enmarcado, ya que nos presenta varias historias diferentes dentro de la historia principal.

Comienza con el despertar de la Bella durmiente cuando es besada por el Soldadito de plomo, ella se sorprende al ver que no es su príncipe, pero es que Bella no sabe cómo anda el mundo de los cuentos después de tan largo sueño; su nuevo amor la pone al corriente: el príncipe azul se casó con la Sirenita, Hansel se casó con la bailarina, Cenicienta y Caperucita viven con el leñador y tienen de mascota al lobo, el Gato con botas ha estado encerrado en la cueva de Alí Babá y lo persiguen los cuarenta ladrones...

Ante tanta sorpresa la Bella no sabe cómo actuar y lo primero que le dice el Soldadito es que se lave tras estar tanto tiempo dormida y mientras habla con este y con el Gato con botas, ocurre algo que transforma toda esta historia en otra más real y nos conduce al final del libro.

Enrique Páez ha dicho que lo que ha escrito es "un libro tesoro, un libro almacén, un libro índice de cuentos y de sueños".

El autor ha escrito un cuento con mucha agilidad e ironía en sus diálogos, en el que rinde homenaje a los cuentos tradicionales y al mundo de la fantasía.

Las ilustraciones de Marjorie Pourchet nos presentan la habitación de Bella como sí fuese un escenario por donde deambulan todos los personajes. Ha utilizado la tinta en tonos pastel junto al rojo y al negro, a los que ha dado apariencia de grabado, para retrotraer al lector a la época de los personajes del libro. La imagen de la portada es un guiño a Gustave Doré, ilustrador de cuentos clásicos.

Los dibujos constituyen una historia propia y son perfectos para el texto, en algunas páginas podemos observar unos marcos desde los que Bella y el Soldadito observan las escenas narradas como sí fuesen algo ajeno a ellos, distanciando la acción del momento de la nueva vida de los personajes.

Es un cuento con muchos cuentos que gustará a todo tipo de lector, pero sabrán sacarle todo el partido los conocedores de los cuentos tradicionales que han acompañado a los niños europeos desde  siempre.

Si algún neófito desconociese el contenido de los cuentos referidos, será el momento de introducirlo en los cuentos clásicos de la mano de Enrique Páez, pues perfectamente se presta a ser ampliado oralmente, ya que toda la trama sigue la tradición de la narración oral.